Nexo Europa (nº 209) - "Lenta agonía"
Bruselas, 6 de septiembre de 2024
Es viernes y este es el número 209 de Nexo Europa, la newsletter de actualidad y análisis de asuntos europeos. Este viernes tenía previsto escribiros desde Sarajevo, pero una huelga en el aeropuerto de Charleroi lo ha impedido. Ahora me diréis que me lo he buscado por volar desde Charleroi. Y lleváis razón. Vamos al lío.
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No es un “cheque en blanco”
Teníamos previsto que conocer el colegio de comisarios este miércoles por la mañana pero Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión, ha decidido retrasar esa presentación hasta la semana que viene, cuando lo desvelará durante la sesión plenaria de la Eurocámara que se celebrará en Estrasburgo (Francia). Su equipo ha podido escudarse en la decisión de Eslovenia de retirar a su candidato a comisario, Tomaž Vesel, después de que la presidenta de la Comisión presionara durante días a Liubliana para que ofreciera una mujer para el puesto. El Gobierno esloveno finalmente ha cedido y ha nominado a la diplomática Marta Kos. Se ha pedido opinión al parlamento esloveno, que emitirá su decisión el viernes, y eso dará tiempo a Von der Leyen para retrasar unos días más el anuncio de la composición de su colegio.
Ya sabéis cómo es la rumorología estos días en Bruselas. Un poco con ese espíritu propio del calciomercato. Se pueden hacer apuestas gratis: Nico Williams al Barça, Joselu al Cádiz CF, Wopke Hoekstra como comisario de Servicios Financieros. Mismo espíritu. Todos los rumores valen. Y claro, se escucha de todo. Pero hay rumores con más fundamento que otros. Por ejemplo, durante todo el pasado viernes se estuvo escuchando la posibilidad de que Teresa Ribera, comisaria designada por el Gobierno español, pudiera recibir Competencia y no una vicepresidencia de ‘Transición Social, Digital y Verde’ como se había estado especulando. En El Confidencial podéis leer algo más.
La novedad esta semana es que los socialdemócratas han amenazado a Von der Leyen. “Nuestro apoyo nunca fue un cheque en blanco”, ha señalado Stefan Löfven, presidente del Partido de los Socialistas Europeos (PES) en un comunicado. ¿La razón? Tres, según los socialdemócratas. La primera es que Von der Leyen no ha conseguido un cargo para Nicolas Schmit, el spitzenkandidat socialdemócrata. Löfven se basa en el argumento de que en 2019, cuando los líderes decidieron fumarse el principio de los spitzenkandidaten y nominar a la actual presidenta se buscaron dos sitios de honor para dos de los spitzen, la liberal danesa Margrethe Vestager y el socialdemócrata holandés Frans Timmermans. Muchos en el PES esperaban el mismo trato para Schmit.
Pero la realidad es que el actual comisario de Empleo y Asuntos Sociales necesitaría que el primer ministro de Luxemburgo, Luc Frieden, le hubiera nominado. Pero Frieden es del CSV (Partido Popular Europeo) y Schmit socialista. La decisión final del Gobierno fue nominar comisario a Christophe Hansen, un hombre con experiencia en Bruselas como eurodiputado, aunque infinitamente menos que Schmit. La cuestión es que la decisión de la nominación depende totalmente de Frieden y la presión de Löfven es únicamente un último intento de que Von der Leyen intente que el líder luxemburgués cambie de opinión.
Los socialistas critican a la alemana por otras dos cosas. Una tampoco depende totalmente de ella, que es la paridad de su colegio de comisarios. De hecho, los críticos consideran que Von der Leyen y su equipo se están centrando demasiado en presionar a algunas capitales (hemos visto el caso esloveno) para que retire a sus candidatos hombres y proponga a mujeres. En todo caso no se puede decir que la alemana no se esté esforzando por intentar equilibrar la balanza.
La tercera crítica tiene que ver con la idea más o menos establecida de que el italiano Raffaele Fitto será vicepresidente de la próxima Comisión Europea. Fitto es ministro de Asuntos Europeos del Gobierno italiano, miembro de los Fratelli d’Italia de Giorgia Meloni, cuya bancada de los Conservadores y Reformistas (ECR) en la Eurocámara votó en contra de Von der Leyen en julio. Iratxe García, líder de los socialdemócratas en el Parlamento Europeo, critica que la alemana vaya a llevar a ECR al “corazón” de la Comisión Europea, especialmente teniendo en cuenta que no forma parte de la mayoría que le sostuvo. García se suma a las amenazas de Löfven y le avisa de que es “la receta para perder el apoyo progresista”.
Von der Leyen ya fue aprobada en julio, pero su colegio de comisarios tiene que recibir el visto bueno del Parlamento Europeo. La amenaza socialista tiene que ver con esa votación. ¿Es una amenaza real o se trata de un farol? La experiencia indica que los socialistas siempre han acabado cumpliendo con la “mayoría Von der Leyen” incluso en situaciones muy delicadas.
Pero la elección de la alemana en julio no fue una cosa solamente de los socialdemócratas y el Partido Popular Europeo (PPE). Fueron fundamentales los votos de los liberales de Renew Europe y de Los Verdes. Bas Eickhout, co-líder del grupo ecologista, ya ha dejado la puerta abierta a votar en contra de la confirmación del colegio de comisarios si toma una dirección que no convence a su bancada.
En esta situación está chocando la doble legitimidad de la Comisión: los miembros de su colegio son, indudablemente, escogidos por las capitales, aunque para sacar adelante su agenda necesita una mayoría en la Eurocámara. Von der Leyen no puede hacer nada contra el hecho de que haya muchos más comisarios del PPE que de S&D porque ese es un reflejo de las decisiones de los Gobiernos nacionales (que, hasta donde sabemos, siguen siendo democráticos y soberanos). Lo que sí puede hacer la alemana es en la estructura que da a la Comisión. Por eso la elección de Fitto como un posible vicepresidente económico del Ejecutivo comunitario puede ser el punto de ataque.
En todo caso ya hemos hablado en alguna ocasión de la visión que Von der Leyen tiene de la gobernabilidad de la Unión Europea: necesita contar con el apoyo de París, Berlín, Roma, Varsovia y Madrid. A su equipo ya le molestó que se excluyera a Meloni de las negociaciones de los ‘top jobs’ (si alguien necesita refrescar la memoria puede volver al número 202 de Nexo Europa). ¿De verdad correrá el riesgo Von der Leyen de terminar de dañar los puentes entre Bruselas y Roma para contentar a los socialistas? Especialmente si tenemos en cuenta que la delegación italiana, el PD, no está mostrando una posición especialmente dura contra Fitto, un rival político directo en la arena nacional. Nicola Zingaretti, líder del PD en la Eurocámara, fue más allá: “Siempre hemos esperado que Italia tuviera el peso que merece un país fundador y no hemos cambiado de opinión”.
Ante la posibilidad de que los socialistas, los liberales y los verdes aprovechen para intentar tumbar a Fitto en su audiencia ante la Eurocámara, el PPE ya ha avisado de que considerará al italiano como uno más de la familia democristiana, y ha avisado de represalias. Fuentes citadas por el corresponsal de La Stampa, Marco Bresolin, apuntan a los pesos pesados de Renew Europe (liberales) y los socialistas en la próxima Comisión Europea: “Si cae Fitto, caen también Breton y Ribera”, le aseguran a Bresolin. Por el momento parece que Fitto sigue “tranquilo”, según se dice en Roma, y que Meloni no se encuentra especialmente irritada con lo que está ocurriendo y entiende que se trata únicamente de los típicos ataques políticos que hay que saber navegar.
Larga agonía
Llegó el momento. Esta semana hemos conocido el ‘informe Draghi’, de más de 400 páginas (podéis tener acceso a él aquí). El antiguo presidente del Banco Central Europeo (BCE) y primer ministro italiano desarrolló el lunes su visión de una situación delicada en la que la Unión Europea está obligada a actuar de manera rápida y decidida si no quiere quedar permanentemente por detrás de Estados Unidos y China, sin capacidad de cumplir con su función ni de ser útil a los ciudadanos.
“Los valores fundamentales de Europa son la prosperidad, la equidad, la libertad, la paz y la democracia en un entorno sostenible. La UE existe para garantizar que los europeos puedan beneficiarse siempre de estos derechos fundamentales. Si Europa ya no puede proporcionarlos a sus ciudadanos, o tiene que contraponer unos a otros, habrá perdido su razón de ser”, señala el texto del informe. En rueda de prensa añadió: “Por primera vez desde la Guerra Fría debemos preocuparnos por nuestra supervivencia”.
Draghi se mueve bien en los momentos graves, serios, en los que la supervivencia cuelga de un hilo. Lo demostró con su “Whatever it takes” que salvó al euro. Y en todo su informe, que da una vista de halcón de la situación aunque después es también extraordinariamente detallado en los sectores críticos, se filtra esa gravedad. También se notó durante la rueda de prensa. Preguntado si Europa tenía que elegir entre seguir las recomendaciones de su informe o morir, Draghi daba una respuesta muy propia de su carácter: “No, no lo creo. Es momento de hacer esto o afrontar una lenta agonía”. Y luego su típica sonrisa de “te ha molado, ¿eh?”.
Algunos de los que leéis esto, si no estáis muy iniciados en los asuntos europeos podéis preguntaros, no sin razón, qué es esto del ‘informe Draghi’. Pues bien, en 2023 Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, encargó al antiguo presidente del BCE, un político con una autoridad enorme en toda la Unión, que hiciera un análisis de los problemas de competitividad de la UE. Se lo encargó después de que Charles Michel, presidente del Consejo Europeo, hiciera lo propio con otro político italiano, Enrico Letta, que publicó su informe durante la pasada primavera. Aquí podéis leer más sobre el informe Letta (en el número 192 de Nexo Europa). Von der Leyen ha prometido que las ideas del informe Draghi se incluirán en las cartas de misión a los comisarios designados, y señala que muchas de las ideas ya se incluyeron en las directrices políticas que presentó a la Eurocámara.
Bajando a lo concreto, ¿qué propone Draghi? El italiano hace un análisis muy amplio de la situación en la que se encuentra la Unión Europea, yendo después al detalle de distintos sectores clave, desde la defensa a la inteligencia artificial, sacando además lecciones horizontales. Se trata de un ejercicio descomunal de análisis. Señala que el crecimiento europeo ha venido debilitándose desde hace mucho tiempo. “Lo hemos estado ignorando, pero ya no podemos ignorarlo más”, explicó el italiano en rueda de prensa, señalando que el bloque comunitario necesita una “visión industrial” que dé paso a una “estrategia industrial” para la que los Estados miembros antes tienen que tener un diagnóstico común. Muchas de las ideas se centran en la necesidad de cerrar la “brecha tecnológica” con EEUU y China permitiendo que las empresas europeas escalen, obtengan financiación, estén conectadas con la industria militar y se beneficien también de una importante inversión pública en un proceso de consolidación industrial europea.
Draghi habla abiertamente de la necesidad de un “activo seguro común”. Entre nosotros: bonos europeos. “La gran pregunta, que no aparece mucho en el informe porque es únicamente un instrumento, es, ¿hay necesidad de un activo seguro común? Sí, la respuesta es sí”, explica el italiano ante un grupo de periodistas. ¿Por qué? Bueno, pues porque la Unión Europea necesita entre 750.000 y 800.000 millones de euros cada año para poder cumplir con los objetivos de descarbonización y para poder “cerrar la brecha” de innovación digital.
Por supuesto, esta idea ha provocado inmediatamente un cabreo enorme en Berlín, donde Christian Lindner, ministro de Finanzas, ha zanjado cualquier posibilidad de hablar de bonos europeos. La realidad es la siguiente: como indica el propio Draghi, el objetivo final no son los bonos, sino mantener la competitividad de la Unión Europea. Evitar la desaparición de Europa como actor y como vehículo de prosperidad y libertades para sus ciudadanos. La lógica de Draghi es que si todos los Estados miembros están de acuerdo con ese objetivo y con que eso solamente se logrará con una visión europea, los eurobonos vendrán detrás como el instrumento más lógico para ello. Lo he explicado en este artículo de El Confidencial.
El legado de Vestager
“Estaba preparada para la derrota pero ha sido la victoria lo que me ha hecho llorar”. Margrethe Vestager, primero comisaria y ahora vicepresidenta ejecutiva, diez años al frente de Competencia, ha visto reivindicado su trabajo de la última década este martes cuando el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) ha fallado a favor de la Comisión Europea en dos decisiones históricas: los 13.000 millones que Bruselas ordenó a Irlanda que recuperara en impuestos impagados por Apple y la multa de 2.400 millones de euros impuesta a Google por abuso de posición dominante. Podéis leer más en El Confidencial. Para Vestager era mucho más que dos sentencias. Estaba en juego su legado después de diez años al frente del departamento de Competencia de la Comisión Europea, un puesto que abandonará en los próximos meses. Durante este tiempo la danesa se ha convertido en el azote de las ‘Big Techs’, pero algunas decisiones de la justicia europea estaban golpeando desde hacía tiempo su trabajo.
En 2020 el Tribunal General de la Unión Europea (TUE) anuló la decisión de la Comisión Europea sobre Apple. En ese momento Vestager se vio herida de gravedad políticamente, porque ponía en riesgo la estrategia utilizada por su departamento para utilizar el derecho de Competencia para perseguir esquemas fiscales agresivos. Pero esta semana el TJUE ha anulado aquella decisión y confirma la visión de la danesa: los ‘acuerdos fiscales’ entre algunos Estados miembros y ciertas multinacionales eran ilegales por ser selectivos. “Las investigaciones sobre acuerdos fiscales llevaron a la Comisión Europea a un territorio desconocido, pero contábamos con el apoyo del Parlamento Europeo y de los ciudadanos europeos, aunque esto incluía, por supuesto, riesgos legales”, explicó una emocionada Vestager después en sala de prensa.
Joaquín Almunia, el que fuera comisario español de Competencia, ha escrito esta semana en El País una columna celebrando la decisión y señalando que esto confirma que la política de competencia del Ejecutivo comunitario es la adecuada, aunque advirtiendo de que algunas ideas contenidas en el informe de Mario Draghi pueden ser utilizadas precisamente para debilitarla. “La política de competencia europea, con todos sus instrumentos, ha sido siempre un instrumento eficaz para incentivar inversiones y elevar la productividad. Sería una enorme paradoja que la utilización o interpretación sesgada de algunas de las ideas incluidas en esos informes, o las propuestas que lancen las nuevas autoridades, resulten contradictorias con los objetivos de una política europea que además de su relevancia objetiva acaba de recibir un gran respaldo en el Tribunal Europeo, debilitando su eficacia y el enorme potencial de un mercado único que necesita ser desarrollado hasta los límites aún no alcanzados”, explica el antiguo comisario.
Cajón de sastre
Viaje chino: un tema que se merecería una sección grande esta semana ha sido el viaje de Pedro Sánchez, presidente del Gobierno, a China, donde se ha reunido con el presidente Xi Jinping. El objetivo del líder español era reducir el impacto que puede tener para el sector porcino español las represalias que Pekín tomará por los nuevos aranceles a los vehículos eléctricos chinos impuestos por la Unión Europea. Xi y su Gobierno saben, obviamente, que España ha sido uno de los Estados miembros que han apoyado a la Comisión Europea en su investigación antisubsidios, a diferencia de otros, como Alemania. Pero tanta intención tenía Sánchez de intentar reducir el impacto de las represalias chinas que al final ha acabado provocando un giro de 180 grados en la posición española, explicando que todos, incluida la Comisión Europea, deben “reconsiderar” su posición respecto a los aranceles. En Bruselas eso no ha sentado nada bien, en un momento clave, ya que la semana que viene Valdis Dombrovskis, vicepresidente ejecutivo de la Comisión Europea encargado de Comercio, se reúne con el ministro del ramo de la República Popular China. En la Comisión consideran que España ha debilitado la posición de la UE. Podéis leer más aquí. Además, Sánchez habló China como defensora de la paz, justo un día antes de que Estados Unidos acusara a través de su secretario de Estado adjunto, Kurt Campbell, acusara a Pekín de estar ofreciendo una “ayuda sustancial” al Kremlin en su guerra contra Ucrania a cambio de tecnología militar.
Monitoreo de Francia: vamos a estar prestando mucha atención al Gobierno francés en las próximas semanas y meses porque de ello depende en gran medida la estabilidad de la Unión Europea, así que es eminentemente un asunto común. Michel Barnier, primer ministro francés, sigue intentando dividir al Nuevo Frente Popular (NFP), o más bien de mantener el NFP pero excluyendo a la Francia Insumisa de Jean-Luc Mélenchon, aunque por el momento se está chocando con un muro. Tiene previsto reunirse con el Partido Comunista, pero por el momento el Partido Socialista rechaza cualquier encuentro. Para Barnier la división del NFP es la única garantía de que su mayoría en la Asamblea Nacional no dependa de una agresión por parte del partido de Marine Le Pen. Por el momento, el antiguo negociador del Brexit también está intentando encontrar grietas dentro del PS, y según Karim Bouamrane, alcalde de Somme y una voz crítica con la cúpula del partido socialista, ya habría rechazado una invitación para formar parte del Gobierno, una muestra de que Barnier está intentando encontrar personajes de izquierdas que puedan darle una mayor estabilidad parlamentaria aunque los partidos le estén cerrando la puerta por el momento. Lo único que parece claro en este momento es que Los Republicanos (LR) sí que formarían parte de ese gobierno Barnier, con su secretaria general, Annie Genevard, hablando ya de manera más o menos abierta de convertirse en ministra de Educación.
Nuevo recorte: el Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo (BCE), en el que se ha estrenado esta semana José Luis Escrivá, decidió recortar 0,25 puntos básicos los tipos de interés. Christine Lagarde, presidenta del eurobanco, ha explicado que la inflación va a dar algunas alegrías en el corto plazo, pero que hacia finales del año volverá a repuntar. Se daba por hecho este recorte. El debate real es cómo de rápido van a seguir ajustándose los tipos de interés. El austriaco Robert Holzmann, halcón en jefe del Consejo de Gobierno, cree que a mitad del año que viene los tipos podrían situarse en el 2,5%, un punto por debajo que en la actualidad.
Eslovaquia en la diana: la Comisión Europea está sopesando bloquear fondos europeos a Eslovaquia por su deriva contra el estado de derecho, un paso que hasta ahora se había dado con Polonia (ya resuelto) y con Hungría. Entre las medidas tomadas por el ejecutivo de Robert Fico en Bratislava se ha procedido a desmantelar la oficina anticorrupción, a pesar de las advertencias del Ejecutivo comunitario.
Fronteras alemanas: Berlín ha anunciado la reintroducción de fronteras durante los próximos seis meses, argumentando que se trata de una medida para hacer frente a la amenaza del terrorismo. La decisión llega en un momento en el que el debate nacional está muy enfocado a la inmigración, pero desde luego es un duro golpe para el espacio Schengen. Ya a finales de enero Olaf Scholz, canciller alemán, dio una entrevista con Der Spiegel, con preguntas durísimas, en la que se podía prever que el endurecimiento de las fronteras podría ser una de las políticas para responder tras el atentado de Solingen. “Hemos reforzado los controles en las fronteras alemanas. Y todo ello ha surtido efecto: Este año, el número de solicitudes de asilo en Alemania se ha reducido en una quinta parte”, señaló Scholz. Der Spiegel cuestiona que las cerca de 10.000 deportaciones que se han realizado este año representen un incremento significativo. “Si un aumento del 20% no sirve para nada para usted, esa podría ser una de las razones por las que algunos políticos deciden no hacer nada en absoluto”, le espeta Scholz. Donald Tusk, primer ministro polaco, cuyo país comparte frontera con Alemania, ha calificado el cierre de fronteras de “inaceptable”, asegurando que se trata de una “suspensión de facto del Acuerdo de Schengen a gran escala”. Aquí podéis ver los muchos controles temporales que están introducidos en la Unión Europea no solo en Alemania: también en Francia (hasta octubre, por los Juegos Olímpicos), en Italia (por motivos de terrorismo vinculados a su presidencia del G7), Dinamarca (supuestamente por la guerra en Gaza) o Austria.
Autobuses húngaros: el Gobierno húngaro, en su típica estrategia de provocación, ha asegurado que montará a inmigrantes en autobuses y los enviará a Bruselas. ‘Bruselas’ como sinónimo de instituciones europeas. Pero es que resulta que, oh sorpresa, pasa que Bruselas es también la capital de un país, y ese país, Bélgica, se ha cabreado bastante. “Escurrir la responsabilidad individual mediante amenazas de este tipo mina la solidaridad y la cooperación en el seno de la Unión Europea”, replicó Nicole de Moor, secretaria de Estado de Asilo. Según Budapest tiene una intención real de subir a inmigrantes ilegales en la ciudad de Röszke y llevarlos hasta Bruselas. Bence Rétvári, secretario de Estado húngaro, ha llegado a presentar los autobuses con los que supuestamente pretende que se trasladen inmigrantes desde la ciudad húngara hasta la capital belga. “Si la Unión Europea obliga a Hungría a admitir inmigrantes ilegales, Hungría ofrecerá a los inmigrantes transportarlos a Bruselas de forma gratuita”, aseguró.
Demasiado de derechas para Mussolini: Fratelli d’Italia es demasiado de derechas. Esa es la conclusión a la que ha llegado Rachele Mussolini, nieta del líder fascista Benito Mussolini, que ha roto con el partido de Giorgia Meloni, en el que militaba desde 2016. Rachele es concejala de Roma desde 2021, cuando obtuvo el puesto en las listas de FdI. Ahora anuncia que abandona la formación ultraconservadora y se une a Forza Italia, el partido del difunto Silvio Berlusconi, porque, asegura, se adapta mejor a su visión “moderada” y “abierta” de la sociedad.
Una década: el Gobierno sueco, crecientemente inquieto ante la violencia de bandas criminales, ha confesado esta semana que necesitará una década para erradicar el problema. Además, Estocolmo señala que las bandas están empezando a reclutar jóvenes para así reducir las consecuencias judiciales de sus asesinatos y ajustes de cuentas. El actual Gobierno considera que se ha llegado a este problema por varias décadas de reglas laxas en cuestión migratoria. Podéis leer la entrevista con el ministro de Justicia con el Financial Times aquí.
¿Qué pasa con Volkswagen y BMW?: Alemania lleva tiempo dando señales preocupantes, y su industria automovilística, clave para la economía del país, también. Ambas cosas están conectadas. En los últimos días hemos visto como BMW avisa de unos malos resultados y como Volkswagen ha anunciado el final de un esquema de protección laboral que lleva puesto en práctica desde hace décadas. La propia VW anunció la semana pasada que se plantea el cierre de fábricas en el país por primera vez en casi un siglo de historia. Los observadores apuntan a un incremento de la tensión laboral que ya se está notando en Audi, que, de hecho, se encuentra en pleno conflicto en Bruselas ante los planes de “reestructurar” una de sus fábricas en suelo belga ante la caída de la demanda. Los trabajadores de la fábrica de Forest han robado las llaves de entre 200 y 300 vehículos.
Alta edad media, no ‘anglosajón’: no solemos hablar en esta newsletter de estos asuntos (culturales-educativos) pero esta semana he leído este artículo de Rafa de Miguel en El País en el que explica cómo algunas universidades en el Reino Unido están sustituyendo títulos de algunos de sus cursos para eliminar términos como ‘anglosajón’ o ‘vikingo’, que aseguran que tienen connotaciones racistas. Los críticos de estos movimientos explican que se trata de un debate importado desde Estados Unidos y que no todo el mundo que usa el término ‘anglosajón’, en referencia a las tribus germánicas (anglos, sajones y jutos) que poblaron las islas antes de la invasión y victoria del normando Guillermo el conquistador en el 1066. Los defensores de la medida explican que esto ayudará a que se elimine la visión de que ingleses, escoceses, galeses o irlandeses fueron alguna vez una especie de raza incorrupta, sino que, como todos, son el producto de la mezcla y de numerosas invasiones.
Sanciones a Irán: hablando de apoyo militar a Moscú, esta semana los socios occidentales (EEUU, Reino Unido, Francia y Alemania) han impuesto sanciones a Irán por la entrega de armamento militar a Rusia para ser utilizado en Ucrania. Sin embargo, la Unión Europea en su conjunto no ha impuesto dichas medidas. ¿La razón? Básicamente que somos más lentos. La Comisión Europea ha explicado que ha puesto en marcha el proceso para aplicar sanciones contra Teherán, pero como sabéis requieren de unanimidad. La UE siempre tiene dificultades a la hora de sancionar a Irán. El bloque forma parte del acuerdo nuclear (JCPOA), que en Bruselas se ve como única vía para evitar el desarrollo de armamento nuclear por parte del régimen islámico, y en la capital comunitaria se busca siempre mantener en la medida de lo posible vías de comunicación abiertas con Teherán, un actor fundamental en Oriente Medio con el que Estados Unidos tiene pocos puentes en pie.
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