Nexo Europa (nº 212) - Críticas selectivas
Bruselas, 4 de octubre
Es viernes y este es el número 212 de Nexo Europa, la newsletter de actualidad y análisis de asuntos europeos. Hemos tenido unos días muy movidos, aunque la semana que viene no pinta tampoco nada mal: tendremos Eurogrupo y Ecofin el lunes y el martes en Luxemburgo, donde también habrá un Consejo de Interior y Justicia el jueves y viernes. Mucha mandanga. Vamos al grano.
Ya tenemos un 25% de los compromisos de pago que necesitamos para seguir avanzando con Nexo Europa, pero no nos podemos quedar ahí: tenemos que llegar al número necesario para poder mantener este proyecto. Por menos de 15 céntimos al día puedes apoyar esta iniciativa de información y divulgación que lleva casi seis años ayudando a que la Unión Europea llegue a más gente. Valora el trabajo y pincha en ‘Pledge your suppoort’ 👇
La semana pasada volvió ‘¿Y las europeas?’, el podcast que empezamos Laura Zornoza y un servidor para explicaros los detalles de las elecciones europeas y que ahora seguiremos para ir hablando de vez en cuando sobre asuntos europeos. La semana pasada repasamos los comisarios designados y decidimos quién había salido ganando y quién perdiendo. Hablamos de más cosas también. Podéis encontrarlo en Spotify y en iVoox.
La hora de los aranceles
La Comisión Europea ha obtenido este viernes la luz verde para seguir adelante con los aranceles a los vehículos eléctricos chinos, que sumados al 10% ya existente, hará que algunas marcas (las que no han cooperado) se enfrenten a tarifas de cerca del 45%. El Ejecutivo comunitario ha recordado que la investigación ha buscado reequilibrar el terreno de juego entre los productores europeos y los chinos.
Era difícil tumbar los aranceles: era necesaria una mayoría cualificada de ‘noes’ para ello. Es decir, que al menos 15 países que representen al menos el 65% de la población se opusieran a estos aranceles. En los últimos días ya se daba por hecho que no se podría llegar a esas cifras y que los aranceles saldrían adelante, por lo que la atención estaba puesta en el nivel de división que mostrarían los Estados miembros en el comité de instrumentos comerciales en los que se votaba esta decisión.
Bien, los números, que no son públicos, pero que ya casi todos sabemos, son los siguientes: 10 Estados miembros han votado a favor (Italia, Francia, Polonia, Países Bajos, Dinamarca, Estonia, Lituania, Letonia, Bulgaria e Irlanda), 5 han votado en contra (Alemania, Hungría, Malta, Eslovenia y Eslovaquia) y 12 se han abstenido (el resto, obviamente, destacando la abstención de España). Este escenario, sin mayoría cualificada en contra ni mayoría cualificada a favor, se conoce como escenario “no opinión”, que permite a la Comisión tener libertad sobre qué hacer: puede ir adelante con los aranceles o presentar una modificación a los Estados miembros.
Bruselas ha explicado que seguirá negociando con China, que, ya sabéis, ha hecho amenazas a los sectores de los automóviles europeos (afecta a Alemania), el sector lácteo (afecta a Irlanda), el coñac (a Francia) y al porcino (España), por lo que podemos esperar que Pekín se “vengue” de los nuevos aranceles atacando a estos sectores. El objetivo de las autoridades chinas era, claramente, asustar a estos Estados miembros y moverlos hacia la oposición a los aranceles.
Alemania ha acabado votando ‘no’, después de que este jueves Olaf Scholz, canciller alemán, utilizara sus competencias para aplastar la oposición interna de Los Verdes, cuyos ministros pedían votar a favor de los aranceles. Las amenazas han surtido cierto efecto con España, que ha pasado de votar a favor en las rondas consultivas a abstenerse en esta ocasión, después de que el ministro de Economía, Carlos Cuerpo, enviara el jueves una carta a la Comisión pidiendo seguir negociando con Pekín (algo que, en todo caso, ya había dicho Bruselas que haría incluso si se aprobaban los aranceles). En el caso de Irlanda y Francia el Gobierno chino ha fracasado en su presión, porque han votado a favor.
Críticas selectivas
La Unión Europea no está siendo capaz de mantener una postura unida sobre todo lo que está ocurriendo en Oriente Medio (háganse los sorprendidos para darle algo de dramatismo a la cosa). Josep Borrell, Alto Representante de la Unión para Política Exterior y de Seguridad, ha intentado mantener un cierto nivel de coherencia en el mensaje europeo de estos últimos días, pero el catalán lo ha tenido difícil.
El lunes convocó una reunión telemática de ministros de Asuntos Exteriores en la que se discutió el empeoramiento de la situación en la región después de que Israel hubiera bombardeado distintas partes del Líbano, matando en los ataques a Hasán Nasralá, líder de Hezbolá. Tras el encuentro, el jefe de la diplomacia europea pidió que no hubiera más intervenciones militares porque empeorarían “drásticamente” la situación. Ya sabes lo que pasó después, ¿no?
El martes la cosa siguió empeorando: Israel lanzó una invasión, que calificó de limitada, del sur de Líbano. Según el Gobierno ultranacionalista de Benjamin Netanyahu se trataba únicamente de una operación contra Hezbolá, pero rápidamente se cifró en un millón los desplazados internos en el país. Borrell intentó que la Unión Europea respondiera con un comunicado conjunto sobre la región, pero no fue capaz. El Gobierno de República Checa se negó, y como es necesaria la unanimidad para la política exterior de la Unión, el jefe de la diplomacia europea se vio obligado a emitir un comunicado en su nombre.
La razón de Praga, según ha explicado el propio Gobierno checo, ha sido que el comunicado que ellos proponían no ponía límite al derecho de Israel a defenderse de Hezbolá, algo que, según explicó el Ejecutivo, rechazaron otros Estados miembros. Borrell señaló en su comunicado que los europeos deploran “las numerosas víctimas civiles en el Líbano, la destrucción de infraestructuras civiles con las consiguientes implicaciones a largo plazo, y el elevado número de desplazados internos en ambos bandos, e instamos una vez más a que se respete el Derecho Internacional Humanitario en todas las circunstancias. Las armas deben silenciarse ahora y la voz de la diplomacia debe hablar y ser oída por todos”.
“La UE está preocupada por los riesgos de una nueva escalada del conflicto en toda la región, e insta a todas las partes de la región a mostrar moderación en aras de la desescalada”, explicó Borrell en el comunicado emitido a las cinco de la tarde del martes. Hacía ya más de una hora que la Casa Blanca había avisado de que Irán se preparaba para lanzar un ataque balístico contra Israel, que se produjo a última hora de la tarde sin que el régimen de los Ayatolás provocara demasiados daños.
El ataque iraní sí que provocó una reacción más unida de la cúpula europea. Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, que hasta entonces no había hablado sobre las acciones israelíes en territorio libanés ni de su posterior invasión terrestre, sí que condenó el ataque de Irán contra territorio israelí. “Condeno enérgicamente el ataque con misiles balísticos lanzado ayer por Irán contra Israel. Tales acciones amenazan la estabilidad regional y aumentan las tensiones en una situación ya de por sí extremadamente volátil”, señala en su comunicado la alemana.
El único mensaje de la presidenta de la Comisión Europea que podía considerarse dirigido también al Gobierno de Netanyahu es en el que insta “a todas las partes a proteger la vida de los civiles inocentes”. Von der Leyen ya fue muy criticada por su reacción poco equilibrada en octubre del año pasado. Los brutales ataques terroristas de Hamás contra civiles israelíes provocó un cierre de filas total de la alemana con el Gobierno de Netanyahu, que le llevó a no poner límites a la reacción de Tel Aviv, dando una bendición implícita a la operación israelí en Gaza incluso cuando su propio Alto Representante pedía medir bien la cobertura que se le prestaba a Israel.
Este jueves, en un mensaje en redes sociales, la alemana ha ido ligeramente más allá al anunciar nueva ayuda humanitaria para Líbano. “Una vez más, pedimos un alto el fuego en la frontera con el Líbano y en Gaza, y la liberación de todos los rehenes”, señalaba la presidenta de la Comisión Europea en su mensaje.
La respuesta que Israel dé a Teherán es ahora la clave del futuro del conflicto. Los líderes lo saben. Este miércoles hubo un encuentro telemático de líderes del G7 para monitorear la situación. Lo que se espera es que Israel ataque solamente posiciones militares en Irán para que la escalada esté más o menos controlada, por mucho que esos términos (escalada y controlada) sean bastante contradictorios.
Despedida de Stoltenberg
Tras una década al frente de la Alianza Atlántica Jens Stoltenberg ha pasado el bastón de mando (mejor martillo de mando, una pieza de madera que Islandia regaló a la OTAN en 1963 y que sirve para que el secretario general marque el inicio de reuniones relevantes del Consejo Atlántico) a Mark Rutte como nuevo secretario general de la OTAN. El noruego se ha convertido en uno de los secretarios generales más influyentes en la historia de la organización y al holandés ahora le queda un trabajo duro por delante, especialmente si Donald Trump, candidato republicano, gana en las presidenciales americanas.
Cuando Stoltenberg se hizo con el mando en 2014 el futuro de la OTAN no era prometedor. La agresión rusa a Ucrania de aquel año no tuvo mayores efectos, y aunque la Alianza Atlántica comenzó a prepararse entonces para un nuevo ataque del Kremlin (que acabaría llegando ocho años después) pocos eran los que creían que la OTAN estaba a la altura de las circunstancias. Ya sabéis, aquello de que Emmanuel Macron, presidente francés, señaló que la Alianza estaba en “muerte cerebral”.
Ahora Stoltenberg deja un club en el que la inversión en defensa ha aumentado de manera exponencial (aunque todavía hay muchos socios que no cumplen con el compromiso de Gales de dedicar al menos el 2% del PIB a gasto en defensa), ha ayudado a que Ucrania resista a una invasión rusa a gran escala, ha hecho que la organización sea más dinámica y que tenga cuatro nuevos aliados. Dos de ellos claves en los Balcanes (Montenegro y Macedonia del Norte) y dos de ellos históricos neutrales que se han visto amenazados por Rusia (Finlandia y Suecia). Un recorrido que no está nada mal. Si queréis saber algo más sobre Stoltenberg en 2022 publiqué este perfil sobre el inesperado líder que ha acabado llevando a una OTAN resucitada hacia una nueva era.
Tras cuatro extensiones de su mandato, dos de ellas después de que en 2022 estuviera previsto que terminara su etapa al frente de la Alianza, Stoltenberg ha hablado este martes por última vez ante el Consejo Atlántico, el núcleo de decisión del club. “Esta vez voy a cumplir mi promesa: abandonaré Bruselas en unas horas”, bromeó el noruego en la ceremonia en la que pasó el testigo a Rutte, que sabe que tiene un trabajo muy difícil por delante.
La inmensa mayoría de los lectores de Nexo Europa conocen bien a Rutte. Un viejo zorro de la política europea, primer ministro de Países Bajos entre 2010 y 2024, el político liberal siempre fue uno de los favoritos para sustituir a Stoltenberg, pero nunca parecía el momento indicado. Sin embargo, cuando decidió convocar elecciones anticipadas y no presentarse a ellas, la ventana de oportunidad se abrió para que aceptara el puesto ofrecido por la Casa Blanca. Porque la OTAN es una organización en la que hay un socio hegemónico, Estados Unidos, que es el que decide. Los distintos aspirantes a secretario generales pasaban por la Casa Blanca y el resto de aliados miraban con lupa los encuentros, buscando alguna señal que indicara que la administración americana daba su visto bueno a esa persona.
Joe Biden, presidente estadounidense, tanteó varios nombres. Uno de ellos fue el de Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, pero Olaf Scholz, canciller alemán, se negó. Otro de los nombres que siempre tuvo en la cabeza el líder demócrata fue el de Rutte, así que cuando el primer ministro holandés decidió retirarse de la política nacional justo en el momento en el que había que decidir ya respecto al futuro sustituto de Stoltenberg los astros acabaron por alinearse.
Rutte se ha puesto tres grandes objetivos. El primero es mantener una OTAN “fuerte”, que esto se traduce en que los socios euroatlánticos sigan aumentando su gasto. El segundo es “aumentar el apoyo a Ucrania y acercarla a la OTAN”. Y el tercero es mejorar la cooperación con otros socios, especialmente la Unión Europea. Estas fueron las metas que expresó en su primera intervención ante el Consejo Atlántico.
Su gran reto, en todo caso, quedó sin mencionar: la sombra de Donald Trump. Stoltenberg ha tenido que dedicar buena parte de sus años como secretario general a lidiar con el expresidente estadounidense, que sigue teniendo opciones de volver a la Casa Blanca. Ya sabéis que el magnate republicano mantiene su tono amenazante respecto a la OTAN, por lo que si vuelve al poder Rutte tendrá que dedicar mucho tiempo a gestionar su personalidad irascible, sus reclamaciones y sus malas formas que harán que las cumbres de líderes de la Alianza Atlántica (más allá del día a día de la organización) sean mucho más complejas.
Cajón de sastre
Elecciones en Austria: a estas alturas ya sabéis que el partido de extrema derecha FPÖ ha ganado las elecciones en Austria con más de un 29% de los votos, por encima de la derecha tradicional ÖVP (Partido Popular Europeo), que ha sufrido un descalabro que le deja con el 26%, pero en todo caso por encima de los socialdemócratas del SPÖ. ¿Ahora qué? Nadie tiene ahora mismo una respuesta demasiado clara. En principio el ÖVP no ha cerrado totalmente la puerta a formar gobierno con los herederos de Jörg Haider, pero la condición de los conservadores es que el líder del FPÖ, Herbert Kickl, no sea canciller. Aunque el FPÖ ya ha formado parte de dos Gobiernos austriacos en el último cuarto de siglo (una normalización impensable hace 30 años y que hoy ya está a la orden del día), es la primera vez que el partido, fundado por un miembro austriaco de las SS tras la Segunda Guerra Mundial pero que no comenzó a defender tesis abiertamente racistas y radicales hasta la llegada de Haider, gana las elecciones. Ahora mismo la mayoría de los analistas apuestan por una gran coalición entre el ÖVP y el SPÖ, pero también se señala la posibilidad de que desde dentro de los populares se busque derribar al canciller Karl Nehammer y apostar por una coalición con el FPÖ sin Kickl, que es en todo caso demasiado radical para la mayoría de los votantes de los conservadores tradicionales. Os recomiendo mucho este hilo de Marcus How que explica con mucho detalle qué puede ocurrir ahora en Viena.
Audiencias: esta semana la Conferencia de Presidentes del Parlamento Europeo ha confirmado que las audiencias de los candidatos a comisarios ante las distintas comisiones parlamentarias serán entre el 4 y el 12 de noviembre, lo que pone en el Pleno de finales de ese mes la fecha clave para el voto definitivo que permitirá el cambio de guardia en la Comisión Europea. Seguro que en las comisiones parlamentarias se cargan a algún comisario (casi siempre es así), de manera que sería raro que el nuevo colegio de comisarios se votara en el mini-pleno que se celebra en Bruselas a mediados de noviembre.
Impuesto mínimo internacional: la Comisión Europea ha anunciado esta semana que lleva a España, Polonia, Portugal y Chipre ante el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) por no haber notificado la transposición de la directiva europea sobre la tributación mínima internacional acordada en el marco de la OCDE, que establece un tipo impositivo mínimo del 15% para las multinacionales con un volumen de negocio anual combinado de al menos 750 millones de euros. Podéis leer más aquí.
Hablando de impuestos: Francia e Italia, dos países con problemas importantes con sus déficits presupuestarios, han anunciado en los últimos días impuestos especiales a sus grandes empresas. Giancarlo Giorgetti (Fratelli d’Italia, el partido de la primera ministra), ministro de Finanzas italiano, ha sido el encargado de tantear el terreno, teniendo en cuenta que otros miembros de la coalición de Gobierno en Roma se oponen a establecer estos impuestos especiales. Laurent Saint-Martin, ministro de Presupuesto francés, también ha sido el encargado de anunciar un impuesto especial para compañías y también para el 0,3% de la población francesa (núcleos sin hijos e ingresos superiores a 500.000 euros al año).
Deforestación: la Comisión Europea ha decidido aceptar retrasar un año la aplicación de una polémica norma contra la deforestación que ha provocado el enfado de numerosos socios de la Unión Europea, como Brasil o Colombia, y también de industrias como por ejemplo la del cacao. La normativa obligaba a los proveedores a demostrar que los bienes que ofrecen no están producidos en áreas recientemente deforestadas. Además, el Partido Popular Europeo (PPE) también se oponía ahora a la entrada en vigor de la norma, a pesar de que ya está aprobada. De hecho, ahora el Consejo y la Eurocámara deberán también aceptar el aplazamiento de la entrada en marcha. “La Comisión reconoce que, tres meses antes de la fecha de aplicación prevista, varios socios mundiales han expresado reiteradamente su preocupación por su estado de preparación, la última vez durante la semana de la Asamblea General de las Naciones Unidas en Nueva York”, explicó el Ejecutivo comunitario en un comunicado. Los defensores de esta medida, entre ellos eurodiputados verdes y progresistas, critican que Von der Leyen haya cedido a las presiones.
TJUE y el Sáhara: nuevo golpe de la justicia europea a Marruecos (y también a la UE). El Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) ha dictaminado este viernes que los acuerdos sobre productos agrícolas entre la UE y Rabat que incluyen el Sáhara Occidental deben ser anulados. El alto tribunal de Luxemburgo considera que no se ha contado con el visto bueno del pueblo saharaui, siguiendo así la estela de la sentencia del Tribunal General de la UE de 2021. Tenéis más detalles aquí.
Inflación y el rol del BCE: esta semana hemos sabido que la inflación en Alemania ha caído por debajo del 2%. También se encuentra a esos niveles en España, Francia e Italia, y a nivel de la Eurozona esta semana se ha registrado que la inflación de septiembre se situó en el 1,8% (frente al 2,2% de agosto). La inflación subyacente, aquella que elimina los elementos más volátiles, se ha situado en el 2,7%. Esto aumenta la presión para que el Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo (BCE) recorte en 25 puntos básicos (ppb) los tipos de interés en la reunión que celebrará el próximo 17 de octubre y el mercado espera otro recorte igual en la reunión de diciembre.
Opiniones contrarias: hemos hablado de la crisis que atraviesa la coalición del Gobierno alemán en muchas ocasiones, especialmente a raíz de los malos resultados en las elecciones regionales de los tres partidos, socialdemócratas (SPD), liberales (FDP) y verdes (Grüne). Hemos hablado también en algunas ocasiones de cómo el FDP y su líder Christian Lindner, ministro de Finanzas, tienen tendencia a, en ocasiones, ser desleales con el canciller Olaf Scholz (SPD) con el objetivo de marcar distancias e intentar sobrevivir en las próximas elecciones federales. Esta semana le ha tocado el turno de mostrar sus diferencias respecto a Scholz a Annalena Baerbock, ministra de Asuntos Exteriores (Grüne). En una entrevista esta semana la líder ecologista se ha mostrado a favor de que Berlín entregue a Ucrania armamento de largo alcance como los misiles Taurus, algo a lo que se ha opuesto de manera rotunda Scholz en repetidas ocasiones. Hace solamente algunas semanas el canciller aseguró que “Alemania tomó una decisión clara sobre lo que hacemos y lo que no hacemos. Esta decisión no cambiará”. Ahora Baerbock, que ya en marzo intentó que el Gobierno permitiera el envío de Taurus a Kiev, le presenta un nuevo pulso.
Juicio a Le Pen: la líder de facto de Rassemblement National (RN), Marine Le Pen, ha tenido que comparecer esta semana ante los tribunales por el culebrón judicial de su supuesto uso de fondos europeos vinculados a su trabajo como eurodiputada para que asistentes trabajaran para el RN, algo que es ilegal. Siempre se acusó a la formación de haber utilizado la Eurocámara como una plataforma para sobrevivir a su particular travesía por el desierto financiera. La justicia francesa acusa al partido de haber destinado cerca de 3 millones de euros de los fondos del Parlamento Europeo entre 2004 y 2016 a financiar gastos de la formación. El RN se encuentra en su mejor momento electoral y Le Pen tiene la vista puesta en las presidenciales de 2027, siendo además la llave para hacer caer al nuevo Gobierno conservador de Michel Barnier, pero la sentencia, de ser desfavorable, puede hacer descarrilar el camino de la líder de extrema derecha hacia el Elíseo.
Inmunidad griega: esta semana Laura Kövesi, presidenta de la Fiscalía Europea (EPPO), ha pedido a Atenas que cambie la ley que da inmunidad a los ministros. Esa inmunidad iría en contra del derecho europeo según la rumana e impide que la EPPO pueda investigar el accidente ferroviario de Tempe que le costó la vida a 57 personas. En marzo Kövesi ya mostró su descontento en declaraciones al periódico griego Kathimeriní: “Hemos iniciado procedimientos penales contra 23 funcionarios públicos y, de acuerdo con lo estipulado en la Constitución griega, no hemos podido llevar a cabo la investigación contra los ex ministros que son posibles sospechosos en el caso”. La EPPO tiene mano en este caso porque sospecha que pudo haber un uso incorrecto de fondos europeos que debían dedicarse a mejorar el sistema de señalización en esa red ferroviaria. Por ahora el parlamento griego se niega a retirar la inmunidad de las 23 personas a las que acusa la EPPO. En Atenas y en Bruselas hay algunos molestos con el hecho de que Von der Leyen haya decidido nominar precisamente a un griego como Apostolos Tzitzikostas como comisario de Transporte.
Pelea dentro del PPE: ya hemos hablado en algunas ocasiones de cómo Manfred Weber, al habérsele negado el poder ser presidente de la Comisión Europea en 2019 (solamente en su cabeza tenía opciones reales) decidió ir acaparando poder poco a poco dentro del Partido Popular Europeo (PPE), tanto en el grupo en la Eurocámara como en el partido. Esta semana los compañeros de Politico han destapado una lucha entre Weber y el secretario general del partido, Thanasis Bakolas, hombre de confianza del primer ministro griego, Kyriakos Mitsotakis, del que fue asesor europeo durante dos años. Weber sigue intentando colocar a aliados cercanos en todas las posiciones, pero ahora se enfrenta a la oposición de Bakolas, que busca el respaldo de los líderes del PPE. El choque se ha producido porque el político alemán de la CSU ha dado un cargo interno al antiguo eurodiputado belga Tom Vandenkendelaere. El asunto no puede ser más burbujero, pero teniendo en cuenta que Weber lleva años acumulando poder sin demasiada oposición, y que ese poder lo está utilizando para que el PPE en ocasiones intente poner límites a Von der Leyen, el asunto puede acabar teniendo relevancia. Si Bakolas consigue limitar a Weber la influencia del político bávaro se reducirá y su capacidad de provocar revueltas internas dentro del PPE en ocasiones puntuales contra la agenda de la presidenta de la Comisión Europea también se verá limitada.
Carrera en SYRIZA: a principios de septiembre SYRIZA, el partido que gobernó bajo el liderazgo de Alexis Tsipras, derrocó a Stefanos Kasselakis como líder de la oposición. El partido izquierdista celebra unas elecciones el 24 de noviembre (con segunda vuelta si es necesario el 1 de diciembre) entre, por ahora, cuatro candidatos. Uno de ellos es el propio Kasselakis. Esta semana Nikolaos Farantouris, eurodiputado de SYRIZA, ha anunciado también que participará, por lo que se suma al antiguo líder y a los diputados nacionales Sokratis Famellos y Pavlos Polakis. En todo caso, la situación del partido es mala: en las elecciones europeas de junio logró un 23,75% de los votos, quedando por detrás de Nueva Democracia (PPE), que obtuvo más del 33% del voto, pero por delante del PASOK (Socialdemócratas), que se quedó poco por encima del 7%. Ahora las encuestas apuntan a que PASOK obtendría el 17% mientras SYRIZA se quedaría en cerca del 10%, por detrás incluso de los comunistas del KKE y del partido de extrema derecha Solución Griega (EL) de Kyriakos Velopoulos.
Muéveme esa frontera: un glaciar que se está derritiendo en el monte Cervino, entre Suiza e Italia, ha obligado a redibujar la frontera entre los dos países vecinos, unos trabajos que llevan en marcha desde mayo de 2023. El Gobierno suizo ha explicado que la frontera está definida por algunos elementos, como las nieves perpetuas, que están cambiando debido al rápido calentamiento de la zona. Aunque Suiza ya ha completado el proceso para el cambio de frontera el Gobierno italiano todavía tiene que finalizarlo. Los glaciares en Europa han perdido un 10% de su volumen en los dos últimos años debido al rápido calentamiento del continente, y este movimiento de la frontera italo-suiza es una muestra más. Ojalá los efectos del cambio climático se pudieran resolver moviendo una frontera, pero no es el caso. Podéis leer más aquí.
Gira de Costa: António Costa sustituirá a Charles Michel como presidente del Consejo Europeo, el foro de jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea, el próximo 1 de diciembre, pero el portugués se está tomando muy en serio la transición de poder. Ya hemos visto al antiguo primer ministro portugués unas cuantas veces por Bruselas en los últimos meses y esta semana ha decidido comenzar a hacer un tour para ir entrando en contacto con los líderes, muchos de los cuales ya conoce. Costa, que es un hombre inteligente, sabe que buena parte de los problemas que va a tener como presidente del Consejo Europeo los va a provocar Viktor Orbán, el autoritario primer ministro de Hungría, así que estos últimos días ha visitado Budapest, tratando de empezar con buen pie con el líder de Fidesz. Después el luso ha visitado Varsovia y Madrid. Son tres socios clave: el primero por sus bloqueos, el segundo por su creciente influencia (y, además, Donald Tusk, primer ministro polaco, puede ofrecerle lecciones para su cargo, ya que él lo ocupó entre 2014 y 2019), y el tercero porque es, junto a Italia, el único de los ‘Big Four’ con un Gobierno que no se encuentra en crisis grave.
Resetear relaciones: Keir Starmer, primer ministro británico, ha visitado este miércoles Bruselas, donde se ha reunido con Von der Leyen y también con Charles Michel, presidente del Consejo Europeo, y Roberta Metsola, presidenta de la Eurocámara. Está claro, y todo el mundo así lo esperaba, que un Gobierno laborista fuera a comenzar un cambio de dinámica en las relaciones entre Bruselas y Londres. La visita del nuevo inquilino de Downing Street ha servido para comenzar a reforzar de nuevo esas relaciones entre la Unión Europea y el Reino Unido.
Ya tenemos un 25% de los compromisos de pago que necesitamos para seguir avanzando con Nexo Europa, pero no nos podemos quedar ahí: tenemos que llegar al número necesario para poder mantener este proyecto. Por menos de 15 céntimos al día puedes apoyar esta iniciativa de información y divulgación que lleva casi seis años ayudando a que la Unión Europea llegue a más gente. Valora el trabajo y pincha en ‘Pledge your suppoort’ 👇