Nexo Europa (nº 180) - ¿Von der Reelección?
Es viernes y este es el número 180 de Nexo Europa, la newsletter de actualidad y análisis de asuntos europeos. Volvemos tras una necesitada pausa navideña cargados de regalos y de información. Recuerdo que a partir de ahora esta newsletter está abierta a patrocinios y colaboraciones, así que si hay alguna empresa u organización interesada puede contactar por esta vía (nexoeuropa.newsletter@gmail.com).
Un día como este, pero de 1969, murió Jan Palach, un joven checoslovaco que se había prendido fuego tres días antes como protesta por la invasión del país por parte del Pacto de Varsovia en el verano anterior, una operación con la que la Unión Soviética aplastó la llamada “Primavera de Praga” durante la que Alexander Dubček, primer secretario del partido, había impulsado algunas medidas aperturistas, la política conocida como el “socialismo de rostro humano”.
El ticket Von der Leyen
Todo el mundo está esperando que Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, anuncie su decisión de repetir al frente del Ejecutivo comunitario. Es la favorita indiscutible, como hemos contado esta semana en El Confidencial, y se espera que haya movimientos pronto. Esta semana el Financial Times ha publicado también que los líderes europeos del Partido Popular Europeo (PPE) van a respaldarla en los márgenes de la cumbre que se celebrará el 1 de febrero y que llegará lista para ser coronada como spitzenkandidat (cabeza de lista) del PPE durante el Congreso que el partido celebrará a principios de marzo en Bucarest (Rumanía).
No voy a destripar el artículo (para eso pinchen y lean, majos) pero sí vamos a resumir un poco cuál ha sido la estrategia de Von der Leyen y cómo hemos llegado aquí. La alemana, elegida por los líderes europeos pasando por encima de la voluntad de la Eurocámara en 2019 al no escoger ninguno de los spitzenkandidaten que había sobre la mesa, sabe que debe su puesto al Consejo Europeo y como hemos explicado aquí en muchas ocasiones, ella ha convertido en parte a la Comisión Europea en un directorio técnico de la voluntad de los líderes. Es cierto que ha ido acumulando poder, que ha ido ganando autonomía, pero ella ha sabido en todo momento que su reelección dependía de tener unos líderes europeos mayoritariamente contentos con su gestión. Y eso se ha traducido en que hemos tenido un Ejecutivo comunitario que ha evitado la confrontación con los Estados miembros siempre que ha podido.
Eso ha permitido a Von der Leyen tejer una alianza en el Consejo Europeo muy, muy amplia, que va desde Pedro Sánchez, presidente del Gobierno español y una de las figuras más destacadas entre los socialdemócratas europeos, hasta Giorgia Meloni, líder de extrema derecha de Italia y presidenta de los ultraconservadores Conservadores y Reformistas (ECR) europeos. Por supuesto, esa alianza incluye a muchos líderes (por no decir todos) del Partido Popular Europeo y al canciller alemán, el socialdemócrata Olaf Scholz. Y Von der Leyen fue elegida en 2019 con el patrocinio del presidente francés Emmanuel Macron, que parece que la sigue apoyando después de unos años en los que la alemana ha sido en ocasiones más sensible a los intereses franceses que a los de Berlín. En general, la plataforma de Von der Leyen en el Consejo Europeo es muy robusta.
Pero no basta con eso. El Consejo Europeo nomina, pero el Parlamento Europeo tiene que aprobar, y Von der Leyen sufrió mucho en 2019, cuando solamente salió elegida por un puñado de votos. En principio las encuestas apuntan a que la “coalición Von der Leyen” sigue en pie y que los socialdemócratas (S&D), el PPE y Renew Europe (liberales) siguen sumando una mayoría absoluta, pero la extrema derecha de Identidad y Democracia (ID) y ECR están fuertes en las encuestas. En todo caso, Von der Leyen podrá contar también con los votos de los eurodiputados de Fratelli d’Italia, la formación de Meloni, que probablemente sea la delegación más grande del ECR.
Una cúpula pensada para Trump
La victoria de Donald Trump en los caucus de Iowa pone negro sobre blanco lo que ya sabíamos: que es el indiscutible favorito para liderar a los republicanos en las elecciones americanas de noviembre de 2024. Y eso significa que la Unión Europea tiene que empezar a prepararse para el escenario de un retorno de Trump a la Casa Blanca. Por supuesto que ese no es un escenario por defecto, porque antes Trump tendrá que ganar en las urnas, pero hay que mentalizarse.
En 2017, cuando el magnate llegó por primera vez al poder, la Unión Europea estaba totalmente en fuera de juego. En mitad de mandato con un presidente mayor y cansado al frente de la Comisión Europea, el luxemburgués Jean-Claude Juncker, y todavía digiriendo el shock del Brexit. En esta ocasión los Veintisiete juegan con ventaja: la renovación de la cúpula institucional de la Unión Europea se realizará antes de que los americanos acudan a las urnas, y eso permitiría al club comunitario elegir su nuevo liderazgo teniendo en cuenta que debe estar adaptado para ese posible escenario.
Ya sabemos, como hemos explicado, que lo que esperamos es que Von der Leyen repita en el cargo de presidenta de la Comisión. Puede ser una buena opción pensando en unos Estados Unidos controlados por Trump. La alemana ha sido la más atlantista de los últimos presidentes del Ejecutivo comunitario y llegaría a ese escenario conociendo el terreno, ya que ella coincidió ya al frente de la Comisión con el final de la presidencia Trump.
Los líderes también elegirán a un sustituto para Charles Michel al frente del Consejo Europeo, el foro de jefes de Estado y de Gobierno, y sería bueno que lo hicieran pensando en la hipótesis de una victoria de Trump: necesitan a alguien con experiencia y con auctoritas que pueda gestionar situaciones de mucha tensión y, sobre todo, que no esté en una guerra de egos con Von der Leyen, como ha ocurrido durante el último lustro. La UE necesitará una voz unida y clara en todas las cuestiones que podría abrir una presidencia del magnate norteamericano.
En el mismo sentido, la elección del Alto Representante para Política Exterior y de Seguridad debería tener en cuenta este escenario. Y la presidenta (o presidente) debería tener mucho cuidado y escoger a alguien con poder y capacidad para ponerle al frente de la cartera de Comercio durante el próximo lustro. Valdis Dombrovskis, actual vicepresidente ejecutivo de la Comisión Europea, se ha convertido en el “zar” comercial de la UE, reteniendo mucho poder. Es un hombre tranquilo, inteligente y de sangre fría, muy fría. Podría ser un candidato ideal para mantener la cartera de Comercio y darle la experiencia que requerirá, aunque Dombrovskis no tiene garantizado ser el elegido por el Gobierno letón para ser enviado a la Comisión Europea, ya que otro candidato poderoso, Krišjānis Kariņš, hasta hace pocos meses primer ministro de Letonia y ahora titular de Asuntos Exteriores, se está posicionando para ser designado para la Comisión.
En general, la clave será que cuando los jefes de Estado y de Gobierno se reúnan en junio para elegir la próxima cúpula institucional de la Unión Europea lo hagan pensando en cómo preparar al club para una posible presidencia Trump 2.0 aprendiendo las lecciones de la primera: será inestable, será impredecible, cambiante y radical. Será difícil mantener la calma, saber gestionar las crisis en un ambiente de alta presión y saber lidiar con una personalidad tan conflictiva como la de Trump. Así que elegir a las personas adecuadas será clave.
Esta semana hemos hablado bastante sobre la posibilidad de su retorno. Alexander de Croo, primer ministro belga, ha hablado del asunto, señalando que si eso ocurre Europa estará “sola en el mundo”. Emmanuel Macron, presidente francés, también lo ha mencionado durante su tradicional discurso en la sala de baile del Elíseo: “Quiero una Europa más fuerte, que aspire a defenderse a sí misma y no dependa de otros. Es mi manera de preparar las elecciones americanas”, explicó, como ha escrito en redes sociales nuestro compañero de RNE en París y leyenda bruselense, Antonio Delgado. Christine Lagarde, presidenta del Banco Central Europeo (BCE), también ha hablado del asunto recientemente: “Si sacamos lecciones de la historia, es decir, de cómo llevó los cuatro años de su mandato, claramente es un peligro”.
Hace poco Thierry Breton, comisario de Mercado Interior e Industria, empezó a mover en agenda un fondo de 100.000 millones de euros para la industria de la defensa. Una de las maneras de explicar por qué hay que apostar por ese fondo fue contar una anécdota de una reunión en 2020 (la que veis en la foto). Según el francés, Trump aseguró a Von der Leyen que si Europa estuviera bajo “nunca vendremos a ayudarles”, añadiendo que “la OTAN está muerta. Vamos a salirnos”.
Cajón de sastre…
Schmit se posiciona: los socialdemócratas (PES) ya tienen un spitzenkandidat de cara a las elecciones europeas, el luxemburgués Nicolas Schmit, comisario de Empleo y Derechos Sociales. Schmit es un absoluto desconocido fuera de Bruselas y de Luxemburgo, pero ya en los últimos días se rumoreaba que tenía el apoyo total de las que seguramente sean las dos delegaciones más importantes del PES en el próximo Parlamento Europeo, la española y la alemana. Schmit ha sido el único candidato que se ha presentado a tiempo para una decisión que se adoptará formalmente en marzo en Roma. Su elección dice una cosa bastante clara sobre el PES: que ven muy difícil disputarle la presidencia de la Comisión a Von der Leyen, y que buscan otros puestos de la cúpula institucional de la Unión, preferiblemente el Consejo Europeo, ya que en 2019 ya se conformaron el Alto Representante y media legislatura de la presidencia del Parlamento Europeo.
Más ‘eurobonos’, por favor: esta semana ha sido la de Davos. Y allí Emmanuel Macron, presidente francés, ha defendido la necesidad de utilizar la deuda común europea para financiar las nuevas prioridades de la Unión. Sí, deuda común europea son los ‘eurobonos’, esos que Alemania siempre se negó a emitir pero que al final sirvieron para financiar el Fondo de Recuperación. "Necesitamos más inversión pública europea", explicó Macron en su discurso, señalando que esta podría llegar “atreviéndonos a utilizar de nuevo los eurobonos”. Podéis leer más aquí.
Comisario de Defensa: el Partido Popular Europeo (PPE) está trabajando en el manifiesto electoral que aprobará en Bucarest y que será su carta de presentación para las elecciones europeas de junio. Así, según adelanta esta semana Euractiv, el borrador apunta a que el PPE querría suprimir el puesto de Alto Representante de la Unión para Política Exterior y de Seguridad, el cargo que actualmente ostenta el español Josep Borrell, y crear, en cambio, un comisario de Defensa y un “ministro de Exteriores de la UE” apoyado por un “consejo de seguridad de la UE” que permita a la Unión reaccionar rápidamente en situaciones de crisis. La realidad es que, a efectos prácticos, el comisario de Defensa sería fácil crearlo, ya que en cierto modo Thierry Breton, comisario de Mercado Interior, ha acabado por quedarse con buena parte de las competencias en materia de industria de la defensa, que en principio debería ser competencia del Alto Representante. Sin embargo, la idea de un ministro de Asuntos Exteriores de la UE parece algo bastante más difícil.
Hungría y el Parlamento Europeo: la Eurocámara ha presionado de forma bastante agresiva esta semana a Von der Leyen por el desbloqueo de aquellos 10.000 millones de euros a Hungría justo unas horas antes del Consejo Europeo en el que se aprobó la apertura de negociaciones de Ucrania para su entrada de la Unión Europea a la que se oponía el primer ministro húngaro Viktor Orbán. Von der Leyen ha vuelto a defender lo que ya señaló entonces la Comisión Europea: que no podían retener esos fondos porque Hungría había cumplido con parte del trato, y que no había margen de maniobra. Los eurodiputados no comparten su opinión. De hecho, el jueves la Eurocámara sacó adelante una resolución con la que la institución amenaza con llevar al Ejecutivo comunitario a los tribunales por aquel desbloqueo. Von der Leyen recordó que hay otros 20.000 millones de euros que siguen bloqueados a Budapest en relación con su preocupación por el Estado de derecho en el país, y que esos fondos no se liberarán hasta que no se hagan progresos reales. “Nos vemos en los tribunales”, espetó Daniel Freund, eurodiputado alemán de Los Verdes y uno de los impulsores de la iniciativa de la Eurocámara.
No hay Michel a la parrilla: en ese debate en el que los eurodiputados pusieron a la parrilla (sí, estoy traduciendo al español literalmente el ‘grilling’ parlamentario inglés aunque aquí no se entienda. ¿Por qué? Porque quiero, circulen) a Von der Leyen debía estar también Charles Michel, presidente del Consejo Europeo. ¿Lo visteis vosotros? Pues yo tampoco. ¿La razón? Pues, según el equipo del presidente (a su equipo le gusta llamarle PEC, President of the European Council, aunque ahora en español no podamos usar ya esa expresión por culpa de los de la Generación Z) porque el belga tenía un ataque de ciática.
Reforma, reforma, reforma: durante su discurso ante el Parlamento Europeo Von der Leyen habló de una agenda de reforma institucional para preparar a la UE para ser un club de treinta o más socios. "El mes que viene, la Comisión expondrá nuestras ideas en una comunicación al Parlamento Europeo y al Consejo”, explicó la alemana ante la Eurocámara. Como recordaréis, el Parlamento ya propuso una reforma de los Tratados para adaptar la UE a las nuevas necesidades, aunque en este artículo de El Confidencial explicamos por qué era difícil que entráramos en ese camino.
Recortes de tipos: esta semana se ha celebrado el primer Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo (BCE) después de semanas de la institución intentando contrarrestar la melodía de un recorte de tipos temprano. Recordad que la política expresada por la presidenta del eurobanco, la francesa Christine Lagarde, es que los tipos se mantendrían a este nivel el tiempo que fuera necesario hasta que la inflación volviera a estar bajo control. Ahora los economistas encuestados por Bloomberg creen que a partir de junio el BCE hará tres recortes de tipos, de 25 puntos básicos cada una de ellas. Las esperan en junio, en octubre y en diciembre. El eurobanco seguirá con mucha atención la evolución de los salarios con el objetivo de que un aumento brusco de los mismos no impida devolver la inflación poco a poco hacia el objetivo de mantenerla cerca pero por debajo del 2%. En una entrevista posterior al Consejo de Gobierno, Lagarde explicó que “es probable” que haya un recorte en verano de 2024, aunque aseguró que debe “ser reservada”. “Porque también estamos diciendo que dependemos de los datos y que todavía hay un nivel de incertidumbre y algunos indicadores que no están anclados en el nivel en el que nos gustaría verlos”, aseguró la francesa.
Alemania sufre: la economía alemana, que el año pasado se contrajo un 0,3% según la oficina de estadística de Alemania, fue la que peor comportamiento tuvo de entre las grandes economías del mundo, según el Fondo Monetario Internacional (FMI). No se espera que el 2024 vaya a ser un año especialmente fácil para Berlín dados los malos datos económicos de China, un buen predictor de dificultades en Alemania, ya que el mercado asiático es fundamental para las exportaciones alemanas clave para la economía del país. La OCDE espera que la economía alemana crezca solamente un 0,6% este año, con una primera mitad de curso que será especialmente complicada para Berlín, que afronta además problemas presupuestarios y sociales, con el campo en pie de guerra por los recortes en los subsidios.
Bardella se mueve: Reagrupación Nacional, la formación de extrema derecha liderada por Marine Le Pen, es la gran favorita de las elecciones europeas en Francia. Renaissance, el partido del presidente Emmanuel Macron, trata de reaccionar (diez puntos por detrás según las encuestas), pero justo se acaba de quedar sin líder a nivel europeo después de que Stéphane Séjourné, hasta ahora líder de los liberales (Renew Europe) en el Parlamento Europeo, haya sido elegido ministro de Asuntos Exteriores en el nuevo Gobierno de Gabriel Attal, que hasta hace pocos meses era su pareja. Sin embargo, RN tiene un liderazgo fuerte y claro a nivel europeo, con Jordan Bardella como su candidato principal. Bardella ya ha anunciado que arrancará la campaña de las europeas a principios de marzo en Marsella mientras que ahora los de Macron deberán buscar un nuevo candidato para las listas europeas.
La UE y el Mar Rojo: La Unión Europea ultima su propia misión para el mar Rojo, donde el enfrentamiento entre los hutíes y la coalición internacional liderada por Estados Unidos sigue en marcha. Ya sabéis que la UE no pudo apoyar la coalición de EEUU con la ampliación de la operación Atalanta porque España bloqueó esa decisión, como os contó Ignacio Cembrero en exclusiva en El Confidencial. Ahora los Veintisiete ultiman una nueva misión europea en el Mar Rojo, como hemos estado contando en estos últimos días. De hecho, a nivel diplomático ya se ha dado el visto bueno para que continúen los preparativos, con la idea de que reciba el respaldo oficial el próximo 19 de febrero, según ha informado Reuters. La situación es sensible, como mostró el ataque aéreo americano y británico a los rebeldes hutíes en Yemen. El enfrentamiento en la región es clave por una cuestión comercial: los rebeldes hutíes atacan a los cargueros fundamentales en las cadenas comerciales de occidente. La situación ha hecho que el precio por contenedor se dispare desde los poco más de 1.500 euros a mediados de diciembre a los algo más de 3.000 euros por contenedor a principios de enero.
¿De vuelta hacia la extrema derecha?: Austria celebrará elecciones en octubre de 2024, y este pasado fin de semana Klaudia Tanner, ministra de Defensa, aseguró en declaraciones a APA recogidas por Euractiv que su partido, el centro-derecha, quiere un Gobierno de dos partidos en la próxima legislatura. Actualmente el Gobierno lo componen los conservadores moderados del ÖVP (PPE) y Los Verdes, pero los números no dan para que ese Gobierno se repita después de los comicios, lo que ha hecho que muchos entiendan que el ÖVP empieza a marcar un acercamiento hacia la extrema derecha de FPÖ, que actualmente va primero en las encuestas (con un 30%), por encima de los socialistas del SPÖ (con un 24%) y de los conservadores (con un 21%). En el pasado el ÖVP ha formado gobierno en varias ocasiones con el FPÖ. Aunque a principios de siglo la vuelta de la extrema derecha al poder en Austria provocó una enorme crisis diplomática, la UE aceptó con resignación el regreso del FPÖ en 2017, reflejo de una nueva realidad en la que hay más tolerancia hacia la extrema derecha en Europa.
Edificio Delors: hay en marcha una petición por parte del personal de la Comisión Europea para que el edificio Berlaymont, la sede del Ejecutivo comunitario, pase a denominarse “edificio Delors” en honor al presidente fallecido estas Navidades. La petición está impulsada por TAO-AFI, la Asociación de Funcionarios Independientes, un sindicato oficial que representa a todo el personal de la Comisión Europea “que comparte los valores democráticos de respeto, tolerancia, derechos humanos, igualdad de oportunidades y estado de derecho”.
Metales en Bosnia: una mina en Vareš, una pequeña localidad al norte de Sarajevo (Bosnia-Herzegovina) podría tener un papel que jugar en esa búsqueda europea de la “autonomía estratégica”. Resulta que la mina, controlada por la empresa británica Adriatic Metals, contiene algunas materias primas críticas que la Unión Europea necesita para reducir su independencia de China y otros actores, como por ejemplo cobre o antimonio, importantes para el desarrollo de tecnologías verdes. Euronews tiene una larga e interesante noticia dedicada al tema, además de recoger las quejas de los locales por un yacimiento que pone en riesgo la biodiversidad de la zona, según algunas organizaciones. La mina, que se espera que esté operativa a principios de este año, representará el 2% del PIB de Bosnia-Herzegovina, un país enormemente dividido y enfrentado.
La UE y Serbia: la semana pasada escribíamos aquí sobre el caso de un político opositor serbio apaleado durante la custodia policial. Podéis volver a leerlo al final de esta newsletter. Ese caso y las acusaciones de fraude contra el presidente serbio Aleksandr Vucic en las últimas elecciones han hecho que muchos miren a Bruselas y se pregunten por qué la Unión Europea es tan laxa con Belgrado. Como el pasado fin de semana explicaba Tony Barber en el FT, es normal que la UE (y EEUU) presten atención a Serbia: es el país más grande de los Balcanes Occidentales, el que más capacidad tiene de desestabilizar la región y el terreno de brutales guerras en los años noventa. Un factor que provocó aquellas guerras, el nacionalismo serbio, sigue vivo y coleando, así que, evidentemente, el asunto debe estar en todos los radares. Una de las razones para ser blando con Belgrado (muy importante, a ojos de la Europa actual) es la cuestión migratoria. Otra razón para tratar bien a Vucic es que Bruselas y Washington consideran que la manera de tener controlada la situación en Kosovo es tener cerca al presidente serbio. Pero eso, obviamente, no gusta a los kosovares, que ven un trato privilegiado para Belgrado, especialmente porque no estamos viendo claramente una mejora de la situación entre serbios y kosovares, más bien al reveés. Kosovo sigue esperando todavía que la UE tome medidas por el ataque terrorista en Banjska, donde un comando serbio mató a un policía kosovar antes de atrincherarse en un monasterio, donde tres miembros del comando murieron durante la operación kosovar por recuperar el templo. Para los interesados en la situación actual en Serbia os recomiendo este artículo del búlgaro Dimitar Bechev en el think-tank Carnegie Europe.
Líder político de Hamás: esta semana la Unión Europea ha decidido meter a Yahia Sinouar, líder político de Hamás en la Franja de Gaza, en la lista terrorista de la Unión, lo que también significa que Sinouar está sometido a sanciones, es decir, sus activos dentro del club comunitario quedan congelados. Esta medida por parte del Consejo llega como respuesta a los brutales atentados terroristas de Hamás del 7 de octubre. Sinouar, considerado una figura brutal pero pragmática, es visto por Israel como la mente maestra detrás de aquellos ataques que dejaron a unos 1.200 israelíes muertos, y es uno de los principales objetivos militares de Israel, que cree que se encuentra escondido en los túneles de Gaza. Sinouar ha pasado casi un cuarto de siglo en las cárceles israelíes, donde aprendió a hablar hebreo, pero fue liberado en 2011 como parte de un acuerdo entre Hamás y Tel Aviv para devolver a manos israelíes a uno de sus militares. Poco después escaló hasta la cúpula militar y luego política del grupo terrorista. Os cuento más en esta noticia.
Xi pide más “puentes”: este pasado sábado Alexander de Croo, primer ministro belga, visitó Pekín y se reunió con Xi Jinping, presidente chino, que expresó la voluntad de que el gigante asiático y la Unión Europea construyan más “puentes”. Por su parte, De Croo explicaba la necesidad de que ambos bloques respeten sus respectivos sistemas políticos “sin interferencias”. Eso es lo que hace precisamente que el asunto de Taiwán sea tan delicado. Esas palabras de De Croo tienen un especial significado teniendo en cuenta el caso que hay contra Frank Creyelman, un político del partido de extrema derecha flamenco Vlaams Belang, que recibió dinero por parte de Pekín a cambio de ser un agente de la influencia china tanto en la política belga como en la europea, un caso que destapó hace poco el Financial Times y sobre el que las autoridades belgas ya han abierto una investigación criminal.