Nexo Europa (nº 188) - Los Middleton de Bruselas
Por Nacho Alarcón | Bruselas, 15 de marzo de 2024
Es viernes y este es el número 188 de Nexo Europa, la newsletter de actualidad y análisis de asuntos europeos. Recuerdo que a partir de ahora esta newsletter está abierta a patrocinios y colaboraciones, así que si hay alguna empresa u organización interesada puede contactar por esta vía (nexoeuropa.newsletter@gmail.com).
El 15 de marzo es un día muy de magnicidios. Un día como este pero del 44 a.C. Julio César era asesinado en Roma, y ese mismo día del 493 Teodorico el Grande, rey de los Ostrogodos, se pasó a cuchillo a Odoacro, primer rey bárbaro de Italia, mientras comían en Rávena, también en Italia.
Preparaos para la semana que viene porque tenemos curvas. Hay un Consejo de Asuntos Exteriores y un Consejo de Asuntos Generales que llegarán justo antes de un jueves y un viernes marcado por el Consejo Europeo de marzo.
Otra vez el eje franco-alemán
Las últimas tensiones entre Emmanuel Macron, presidente francés, y Olaf Scholz, canciller alemán, están a la vista de todos después de que el presidente galo sugiriera que el envío de tropas a territorio ucraniano no estaba totalmente descartado, algo que el líder socialdemócrata alemán rechazó tajantemente en un momento en el que, en minoría, asegura que bajo ningún concepto enviará misiles Taurus a Ucrania, a pesar de que el Bundestag así se lo ha pedido, precisamente por temor a que eso pueda arrastrar a Berlín al conflicto. Macron, que como ya hemos contado ve esto como parte de una estrategia también doméstica, ha seguido insistiendo en la idea.
Ya hemos hablado en algunas ocasiones de que los enfrentamientos entre París y Berlín siempre suelen resolverse sin problema. En ocasiones son ataques de celos, en otras crisis autoinfligidas que buscan reactivar los lazos. La cuestión es que, tarde o temprano, las cosas vuelven a su sitio. Aunque hay que admitir que en la era Scholz está claro que los puentes entre el canciller y el presidente francés son muy débiles y no hay demasiada química entre los dos líderes.
Este viernes ambos se reúnen en Berlín con Donald Tusk, primer ministro de Polonia, en el formato conocido como “triángulo de Weimar”. En la capital alemana están bastante cabreados con París porque por mucho que Macron esté aumentando la presión sobre Scholz lo cierto es que Francia ha contribuido muchísimo menos en el envío de armas a Ucrania de lo que lo ha hecho Alemania, según datos del Kiel Institute publicados en esta pieza de Politico, el Gobierno galo habría enviado armamento por valor de 640 millones de euros mientras el alemán lo habría hecho por más de 17.000 millones de euros. Y además, Macron acaba de retrasar, una vez más, su visita a Kiev, por lo que los alemanes se preguntan a qué viene tanta lección francesa.
Tusk llega a la capital alemana directamente después de haber estado en Estados Unidos y haberse reunido con Joe Biden, presidente americano, con el que discutió cómo movilizar más a los socios europeos. Porque Polonia ha sido claramente la liebre del resto de la Unión Europea, dando un apoyo total a Kiev. Para el primer ministro polaco, el encuentro de este viernes en Berlín es una cumbre de “emergencia” entre tres aliados fundamentales de Ucrania para ver cómo avanzar y apoyar mejor el esfuerzo de guerra ucraniano.
Los Middleton de Bruselas
Todo el mundo habla de Kate Middleton. Estos días es complicado tener conversaciones de cualquier asunto y que no se acabe llegando a ella. Ni siquiera en la siempre asfixiante burbuja de Bruselas. O esta semana, en Estrasburgo, donde se ha celebrado el Pleno del Parlamento Europeo. Todo gira alrededor de la “desaparición” de la princesa de Gales, con todos los rumores, las teorías conspiranoicas, los photoshops y demás. Y como esta semana no han ocurrido grandes cosas, pues vengo aquí a hablaros de nuestros Kate Middleton particulares.
Porque sí, en Bruselas también hemos tenido desaparecidos. Aunque por suerte solamente han sido “desaparecidos políticos”. Porque sí, Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, se ha convertido en la presidenta más poderosa del Ejecutivo comunitario y ha conseguido tener un enorme peso en la política europea, con un perfil propio y con una imagen que ha conseguido que llegue a los ciudadanos. Nadie duda de eso. Pero tampoco nadie duda de que la alemana ha concentrado toda la actividad pública de la Comisión, ha intentado evitar que hubiera ningún otro perfil que pudiera hacerle sombra y ha llevado hasta el extremo su celo para ser ella, y nadie más, la que comunique las decisiones importantes de la Comisión. Todo pasa por sus manos y la de un grupo reducido de colaboradores.
Y eso ha llevado a que tengamos algunos personajes “desaparecidos” de la Comisión Europea. El más importante, obviamente, fue Frans Timmermans, hasta el punto de que se acabó marchando para liderar la coalición de socialistas y verdes a las elecciones de Países Bajos. El que podría haber sido considerado un “peso pesado” del Ejecutivo comunitario al llevar el dossier del Pacto Verde acabó completamente ensombrecido por Von der Leyen, que no le dio ningún margen para trabajar ni mucho menos para poder llevar una agenda política adelante. No es demasiado sorprendente porque Timmermans estuvo a punto de ser presidente de la Comisión Europea, y quizás para la alemana era una figura demasiado peligrosa.
Otra persona que ha pasado a una segunda fila es Margrethe Vestager, otra vicepresidenta ejecutiva de la Comisión Europea que, como Timmermans, tuvo mucho protagonismo durante la legislatura 2014 - 2019, y que durante el último lustro ha pasado a un rol secundario, incentivado por algunas derrotas dolorosas en los tribunales europeos. Hay muchos más, comisarios que en otras legislaturas habrían tenido algo que decir, pero que sencillamente en esta Comisión no tienen margen de maniobra. Por ejemplo, con toda la crisis agrícola, ¿quién sabría decirme quién es el comisario de Agricultura? Es el polaco Janusz Wojciechowski, pero como Von der Leyen ha decidido llevar ella las riendas de la respuesta a la crisis no hemos visto demasiado al bueno de Janusz.
Y aunque a ella la conozcáis más gente, teniendo en cuenta que hemos vivido una pandemia, quizás más personas deberían conocer a Stella Kyriakides, comisaria de Salud. Durante la crisis sanitaria ella salía un poco más ante los focos, pero tampoco creáis que mucho más. Y así con algunos otros. Obviamente siempre hay comisarios con muy poco perfil político, a los que vemos muy poco o casi nada, y eso ocurre en todas las comisiones. Pero en esta especialmente han sido muchos los que han quedado a la sombra de la presidenta.
Hay dos perfiles, sin embargo, que han conseguido escapar de esta tendencia. Uno ha sido Thierry Breton, comisario de Mercado Interior e Industria, que ha llevado su agenda propia, con una comunicación muy agresiva y con una autonomía muy alta que algunos consideran que solamente ha alcanzado por la vía de la rebeldía abierta contra Von der Leyen, como mostró el tuit que puso la semana pasada tras la elección de la alemana como ‘spitzenkandidat’ del PPE y que le ha costado bronca interna dentro de la Comisión Europea.
El otro es Josep Borrell, Alto Representante de la Unión para Política Exterior y de Seguridad. El catalán no lo ha tenido fácil, porque el gabinete de la presidenta le ha intentado tener atado en corto y no siempre ha jugado limpio. El problema para Von der Leyen en el caso de Borrell es que el político español está ya al final de su carrera y ha tenido pocos problemas a la hora de saltarse las barreras que la alemana le ha intentado poner. Tanto Breton como él se han mostrado críticos con Von der Leyen en distintos puntos, especialmente en las últimas semanas ante la propuesta de un comisario de Defensa.
Cajón de sastre…
Resultados en Portugal: debacle del Partido Socialista portugués en las elecciones del pasado domingo. Los lusos han castigado el escándalo de corrupción que ha hecho caer al Gobierno del actual primer ministro António Costa y aunque el resultado fue muy estrecho el resultado hacía imposible un Gobierno del PS, por lo que su nuevo líder, Pedro Nuno Santos, aseguró desde muy pronto que no obstaculizara un Gobierno de Alianza Democrática, el partido conservador liderado por Luís Montenegro (de la familia del Partido Popular Europeo), para evitar así que la formación quedara a merced del apoyo de la extrema derecha de Chega!, que fue, sin lugar a dudas, la gran ganadora de la cita electoral. AD obtuvo 79 escaños, los socialistas 77 (una caída importante desde los 117 que tuvieron en la anterior legislatura) y la extrema derecha logró 48 asientos en el parlamento.
Wilders fracasa: el líder de extrema derecha Geert Wilders ha sido incapaz de formar un Gobierno para liderar a Países Bajos después de que su formación ganara las pasadas elecciones generales holandesas. ¿Y ahora qué? Bueno, su formación, el PVV, no renuncia a formar Gobierno, lo único es que quitando a Wilders de la ecuación para ver si así convence a las otras formaciones de centroderecha de que apoyen a un Ejecutivo de extrema derecha aunque con una agenda rebajada para ser más aceptables. En las discusiones para formar Gobierno también han estado los liberales del VVD, los democristianos del NSC y el partido de los granjeros del BBB. Todos sus líderes han renunciado a encabezar el Gobierno y ahora se trata de buscar una fórmula que permita formar un Ejecutivo de derechas aunque con las riendas llevadas desde el Parlamento.
A los tribunales: ya contamos hace algún tiempo que el Parlamento Europeo amenazaba con llevar a la Comisión Europea a los tribunales por desbloquear 10.000 millones de euros a Hungría en la víspera de un Consejo Europeo, el de diciembre, en el que los líderes debían decidir sobre la apertura de negociaciones de adhesión de Ucrania a la Unión Europea. Viktor Orbán, el autoritario primer ministro húngaro, mantenía su veto a esas negociaciones y muchos eurodiputados acusaron a Von der Leyen de estar cediendo al “chantaje” de Budapest. Desde el Ejecutivo comunitario siempre defendieron que no existía otra opción que desbloquear dichos fondos porque Hungría ya estaba cumpliendo con los requisitos necesarios para obtenerlos. El pasado lunes la comisión de Asuntos Jurídicos aprobó la recomendación que fue discutida el jueves por la Conferencia de Presidentes del Parlamento Europeo.
Ajuste fiscal: los ministros de Finanzas de la Eurozona y de la Unión Europea se han reunido este lunes y martes en Bruselas. El asunto más interesante es que en el Eurogrupo (el formato en el que se reúnen los ministros de los países que comparten la moneda común) aprobó la orientación fiscal para el 2025, cuando entrarán en vigor los primeros presupuestos generales que tengan que tener en cuenta las nuevas reglas fiscales, acordadas a nivel de ministros en diciembre pero que todavía necesitan el visto bueno de la Eurocámara para ser finalmente aprobadas. La Comisión apunta a que con las nuevas reglas será necesario un “ligero ajuste fiscal”. Podéis ampliar información aquí.
Cuarto pago: la semana que viene, el miércoles (20 de marzo) concluye el plazo con el que cuenta la Comisión Europea para analizar la solicitud del cuarto pago por parte del Gobierno de España. Carlos Cuerpo, ministro de Economía, ha explicado esta semana en Bruselas que se sigue trabajando a nivel técnico para ayudar al Ejecutivo comunitario a que pueda decidir si se han cumplido todos los hitos. Bueno, todos no, porque hay uno que seguro no se cumple: el de la reforma del subsidio de desempleo, que como recordaréis tumbó el Congreso de los Diputados a principios de año. Al no tener ese hito España recibiría un desembolso parcial, y después contaría con seis meses para aprobar dicha reforma (de lo contrario, el dinero vinculado a esa reforma se perdería). Cada hito tiene un valor de unos 160 millones de euros, pero los más importantes (y la reforma del subsidio es uno de ellos) puede llegar a tener un multiplicador de hasta cinco, lo que significa que el dinero que podría retener la Comisión a España de ese pago de unos 10.000 millones de euros es de alrededor de 800 millones. Existe otra opción. Si España ve que un acuerdo sobre la reforma del subsidio de desempleo está cerca siempre puede pedir que la Comisión prorrogue un mes más su análisis e intentar sacarlo adelante en ese tiempo para así obtener el desembolso completo y no parcial. Sería una especie de “retraso táctico”. Lo explicamos en este artículo.
Sobre el terreno: el debate sobre el posible envío de tropas a Ucrania sigue cogiendo velocidad, a pesar de que en la Alianza Atlántica siempre se ha insistido en que no se debe tomar ninguna decisión que pueda llevar a un enfrentamiento directo entre Rusia y la OTAN. Emmanuel Macron, presidente francés, volvió a sorprender en los últimos días con nuevas declaraciones sobre la posibilidad de un apoyo militar directo a Kiev, reafirmándose en la idea de que no debe descartarse ninguna opción. París, que siempre ha sido vista con desconfianza por los socios del este, defiende ahora una línea dura en la que encuentra aliados en países como los Bálticos o Polonia, los mismos que nunca han querido depositar su seguridad en el Elíseo. De fondo hay un debate muy relevante, que es la implicación de todos los socios en la seguridad de los demás. Desde la perspectiva de Europa occidental, cualquier implicación sobre el terreno en Ucrania es un error de cálculo que puede llevar a un conflicto directo, pero no es así en Europa del este, donde la prioridad es que Rusia no gane la guerra, sea como sea. En esta línea, una entrevista muy interesante en El Español de Jara Atienza y Javier Carbajal al ministro de Exteriores de Estonia, que lanza un mensaje claro: "¿Estáis listos para defender a Estonia? Nosotros a España, sí".
Más cosas de fondo: pero Macron no solamente se está posicionando en un debate sobre la guerra de Ucrania, también lo está haciendo en un debate nacional. Su formación va muy por detrás en las encuestas respecto a Reagrupación Nacional, la formación de Marine Le Pen, que ha sido históricamente prorrusa y ha contado con el respaldo del Kremlin en el pasado. Ahora el presidente francés quiere poner la guerra en el centro del debate nacional para llevar a Le Pen a una situación incómoda. En el lanzamiento de la campaña de las elecciones europeas, desde la ciudad de Lille, la candidata macronista Valérie Hayer atacó con todo a Le Pen precisamente con ese nuevo marco que el presidente ha asumido en los últimos días, acusando a la líder derechista de ser una apaciguadora: “Las mismas palabras, los mismos argumentos, los mismos debates. Estamos en Múnich en 1938. Ayer los sonámbulos, hoy los que no quiere ver, por comodidad o cálculo, hoy Le Pen y Orbán. Falta un minuto para la medianoche”. Podéis leerlo en esta crónica de Marc Bassets en El País.
La apuesta de Renew: los liberales europeos saben que el camino hasta las elecciones europeas del 6 al 9 de junio de 2024 va a ser muy cuesta arriba. Las encuestas llevan a su familia, Renew Europe, a un quinto puesto por detrás del Partido Popular Europeo (PPE), de los socialistas (PES), de los ultraconservadores (ECR) y la extrema derecha (ID) tras una legislatura (2019-2024) en la que han sido la tercera fuerza. Para intentar resistir y rascar votos, RE ha acordado un manifiesto electoral “ambicioso” que busca distanciarse del relativamente vago del PES y del de un PPE que claramente ha girado a la derecha. Renew pide la reforma de los Tratados (algo muy difícil, como ya hemos contado aquí), la creación de un único presidente de la Unión Europea (fusión de la presidencia de la Comisión y del Consejo Europeo, algo que de hecho ya es posible sin tocar los Tratados) y la eliminación de todos los vetos nacionales en el Consejo (no solamente en política exterior, como propone el PPE). Este discurso federalista no debe leerse como una especie de giro a la izquierda, porque lo cierto es que el liderazgo de RE gira hacia la derecha con la elección por parte de ALDE (el núcleo del partido) de Marie-Agnes Strack-Zimmermann, eurodiputada de los liberales alemanes (FDP) como su ‘spitzenkandidat’. Hay otros dos spitzenkandidaten nominados por las otras dos corrientes dentro de RE: el italiano Sandro Gozi por parte del Partido Democrático Europeo y la ya mencionada Valérie Hayer por parte de Renacimiento, que es el partido de Macron. En 2019 la familia liberal ya participó con varios ‘spitzenkandidaten’ en vez de con uno solo, ya que el presidente francés rechaza este modelo hasta que no haya listas transnacionales.
¿Policías chinos en Budapest?: en este artículo en El Confidencial Alicia Alamillos cuenta cómo la visita del pasado mes de febrero a Budapest de Wang Xiaohong, ministro de Seguridad Pública de China, puede abrir el camino a que policías chinos, vestidos con su uniforme oficial, patrullen las calles de la capital húngara. Según el ministro del Interior magiar, Sandor Pinter, el objetivo de estas patrullas sería “ayudar a una comunicación más efectiva entre los ciudadanos de ambos países y las autoridades, mejorando la seguridad interna y el orden público”. Como cuenta Alamillos en el artículo, “no se han dado más detalles sobre cuántos agentes, dónde se desplegarán exactamente ni cuándo, si podrán portar armas o algún tipo de equipamiento policial o si podrán detener e identificar a ciudadanos húngaros o chinos”, pero es un paso más en la ‘extraterritorialidad’ de las autoridades chinas. En su momento ya hablamos de las comisarías ocultas en miles de ciudades occidentales desde las que oficiales chinos controlan las actividades de sus comunidades en el extranjero. En noviembre, también en El Confidencial, Daniel Iriarte y Ángel Villarino entraron en una de estas comisarías en el barrio de Usera, en Madrid. El anuncio en el caso Húngaro muestra hasta qué punto el Gobierno del autoritario primer ministro Viktor Orbán, cada vez más aislado dentro de la Unión Europea y con un mercado interior en el que los inversores de sus países vecinos confían cada vez menos, es enormemente dependiente de China, que es el primer inversor extranjero en el país después de que Budapest se uniera a la llamada ‘Nueva Ruta de la Seda’. En un país en el que Orbán cimenta su asalto a los derechos de la oposición y de la sociedad civil sobre la idea de “proteger la soberanía” de Hungría esta cesión a Pekín es… bueno, curiosa.
La receta Mitsotakis: esta semana Kyriakos Mitsotakis, primer ministro griego, de Nueva Democracia (Partido Popular Europeo), conocido por la mano dura que ha aplicado en cuestión migratoria en el Egeo, ha señalado que para poder hacer frente a la crisis que afronta la Unión Europea es necesario que los socios ofrezcan más vías legales para la llegada de inmigrantes, especialmente de aquellos de países cercanos. Atenas ha cerrado ya un acuerdo de movilidad laboral con El Cairo, y el primer ministro griego cree que debería extenderse más allá a cambio de que estos países terceros ayuden a la UE a contener los flujos migratorios, como ha contado esta semana en una entrevista con el Financial Times en el que su ministro del Interior también señala que su Gobierno no está en principio en contra de la inmigración. Este domingo Mitsotakis viaja a El Cairo con Von der Leyen y sus homólogos belga, Alexander de Croo, e italiana, Giorgia Meloni, para la firma de un acuerdo de cooperación entre la Unión Europea y Egipto similar al acordado con Túnez.
‘Ley rider’: la Unión Europea ha llegado a un acuerdo sobre la llamada “Ley rider europea”, que aunque es menos ambicioso de lo que el Gobierno español quería, ha logrado salir adelante con la oposición de Francia y la abstención de Alemania, de nuevo afectada por el mal del llamado “voto alemán” por las divisiones dentro del Gobierno (ya explicamos eso en este artículo hace algunas semanas). La norma no lograba salir adelante hasta que en los últimos días dos países se pasaron al ‘sí’: Estonia y Grecia. La Comisión Europea elaboró su propuesta inspirada por la norma española con el objetivo de que salieran a la luz muchos falsos autónomos que trabajan para plataformas como Glovo o Uber. Aquí podéis leer más en esta nota de Europa Press.
Victoria de la derecha: la derecha italiana vuelve a respirar después de que la coalición derechista lograra una importante victoria el pasado domingo en las elecciones regionales de Abruzzo. La coalición acudía a los comicios bajo el liderazgo del actual presidente regional, Marco Marsilio, de Fratelli d’Italia, y logró una importante victoria frente a la coalición unida de las izquierdas (la unión entre el Partito Democratico y Movimento 5 Stelle). El resultado es importante porque permite a Meloni recuperar la dinámica positiva tras la derrota sufrida en Cerdeña y calma las aguas de cara a las siguientes citas. La siguiente fecha en el calendario es Basilicata, en abril, pero para esta elección todavía no hay acuerdo entre M5S y PD para un candidato único.
Iohannis para la OTAN: el presidente de Rumanía, Klaus Iohannis, del PNL (de la familia del Partido Popular Europeo) ha anunciado este martes su candidatura para ser secretario general de la Alianza Atlántica, presentando así batalla a Mark Rutte, primer ministro en funciones de Países Bajos, que hasta ahora era el único candidato en la carrera por sustituir a Jens Stoltenberg después de verano. Rutte cuenta con el respaldo de los grandes, los que de verdad importan en el club, es decir, Estados Unidos, Reino Unido, Francia y Alemania, pero todavía no había logrado obtener el apoyo de todos los Estados miembros y las decisiones en la OTAN se toman por consenso. En concreto, Hungría y Turquía, además de Polonia, veían con muchas reservas la candidatura del holandés. Iohannis ha jugado la carta de representante de Europa del este cuando ha anunciado su decisión. Podéis leer más aquí.
Recomendación para Bosnia: la Comisión Europea ha recomendado la apertura de negociaciones con Bosnia-Herzegovina, considerado siempre como el eslabón débil de los Balcanes Occidentales junto con Kosovo. Bosnia es un país muy inestable, con un alto nivel de polarización política y una incapacidad total para sacar adelante reformas de calado por la brutal división en la que vive inmerso el país desde la guerra de los años noventa. “Desde que concedimos el estatus de candidato, Bosnia y Herzegovina ha dado pasos impresionantes hacia adelante. Se han logrado más avances en poco más de un año que en toda una década”, ha asegurado, optimista, Von der Leyen. Con Bosnia es siempre difícil. En Bruselas saben que el país no cumple con los estándares mínimos para esa apertura de negociaciones, pero al mismo tiempo hay gente que defiende que abrir negociaciones es la única manera de unir a la élite política del país y lograr que tengan un incentivo para avanzar realmente en las reformas que necesita el país.