Nexo Europa (nº 198) - Aquí no hay quien viva
Por Nacho Alarcón | Bruselas, 24 de mayo de 2024
Es viernes y este es el número 198 de Nexo Europa, la newsletter de actualidad y análisis de asuntos europeos. Recuerdo que a partir de ahora esta newsletter está abierta a patrocinios y colaboraciones, así que si hay alguna empresa u organización interesada puede contactar por esta vía (nexoeuropa.newsletter@gmail.com).
Este jueves hemos publicado un nuevo capítulo de ‘¿Y las europeas?’, el podcast sobre las elecciones europeas, que estamos haciendo mi compañera Laura Zornoza y un servidor. Esta vez, hablamos sobre política exterior, la guerra en Gaza y las relaciones con Estados Unidos. Lo hacemos con nuestra compañera y amiga María G. Zornoza, podéis escucharlo aquí. Podéis encontrar todos los capítulos en Spotify aquí y en iVoox aquí.
Aquí no hay quien viva
Idea de negocio: una nueva serie llamada “Aquí no hay quien viva” pero ambientada en los dos grupos de extrema derecha del Parlamento Europeo. Una reunión de la extrema derecha europea y global en Madrid el pasado fin de semana, organizada por Vox, que ya sabéis que ha armado bastante follón por las palabras de Javier Milei, presidente argentino, y por la consiguiente crisis diplomática que se ha abierto entre España y Argentina, volvió a despertar la inquietud de algunos con la “internacional reaccionaria”.
Pero a lo largo de los últimos días hemos visto que la extrema derecha (al menos la europea) tiene una convivencia muy difícil. El martes fue el día del gran divorcio. El partido de Marine Le Pen, Rassemblement National (RN), anunció que rompía con Alternativa para Alemania (AfD), el partido de extrema derecha alemán con el que lleva acumulando tensiones desde inicios de 2024, cuando los alemanes salieron a las calles para protestar contra el partido después de que se hubiera conocido un plan de “remigración” para expulsar a inmigrantes de Alemania.
La gota que ha colmado el vaso ha sido una entrevista de Maximilian Krah, cabeza de lista de AfD para las europeas y actual eurodiputado, con La Repubblica. En ella Krah dijo que “nunca diría que todo hombre que llevara un uniforme de las SS fuera automáticamente un criminal”. Podéis leer la entrevista aquí. Lega, el partido liderado por Matteo Salvini, también ha anunciado la ruptura con AfD después del escándalo. Krah se ha visto obligado a anunciar que deja la campaña y que da un paso atrás como candidato del partido de extrema derecha, argumentando que se está buscando hacer daño a AfD con unas palabras que él no dijo (sí las dijo). También ha roto con el AfD el partido checo de la Libertad y la Democracia Directa (SPD, sí, ya sé que las siglas son confusas y puede confundirse con las de los socialdemócratas, pero el checo no me lo he inventado yo).
RN, Lega y compañía comparten grupo en la Eurocámara, Identidad y Democracia (ID), que lucha para intentar convertirse en la tercera fuerza política dentro del Parlamento Europeo. O al menos compartían y luchaban, hasta este jueves. Porque en la tarde de ayer supimos que la Mesa de ID acababa de expulsar a AfD, una decisión que hace que el grupo vaya a perder un buen puñado de escaños en la próxima Eurocámara (podrían ser 16, según las últimas encuestas). Podéis ampliar información en El Confidencial.
El incidente muestra bien los problemas y los límites de una supuesta cooperación de la extrema derecha europea. El nacionalismo tiene difícil cooperar a nivel internacional porque por definición muchos de sus intereses chocan. Para AfD tiene mucho sentido blanquear el pasado de muchos familiares de alemanes que participaron de una manera u otra en el régimen nazi, porque forma parte de su agenda para inocular en la sociedad alemana de vuelta el nacionalismo, hasta ahora relativamente neutralizado por el pasado del nazismo. Pero eso choca con la agenda de muchos otros partidos nacionalistas en Europa, como es obvio. Además, la cuestión de fondo, y de la que hemos hablado aquí en varias ocasiones, es que Le Pen busca una “normalización” de cara a las presidenciales de 2027 al que no ayuda la compañía de AfD.
Justo este viernes llevamos en El Confidencial un gran y largo tema sobre la cooperación de las fuerzas de extrema derecha en Europa con la colaboración de un buen grupo de medios de comunicación de toda la Unión, un trabajazo de Antonio Villarreal.
Debate electoral
Este jueves se ha celebrado el gran y último debate electoral previo a las elecciones europeas de entre el 6 y el 9 de junio en la sede del Parlamento Europeo en Bruselas. En él participaron Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea y candidata del Partido Popular Europeo (PPE), Nicolas Schmit, candidato principal del Partido de los Socialistas Europeos (PES); Sandro Gozi, candidato de los liberales de Renew Europe; Terry Reintke, candidata de los Verdes y Walter Baier, candidato de La Izquierda.
El debate ha vuelto a mostrar que Von der Leyen no tiene rivales en el grupo de los candidatos principales, aunque Reintke ha demostrado tener tablas y experiencia en los debates. El gran asunto fue la relación de la actual presidenta de la Comisión Europea con la extrema derecha, como ya ocurrió en el primer debate de Maastricht. Como hemos contado aquí, la alemana necesitará a algunos de estos partidos si quiere tener opciones de obtener una mayoría tanto de líderes en el Consejo Europeo, como probablemente en la Eurocámara, donde las posibles fugas dentro de su coalición preferente de socialistas, liberales y populares puede poner en riesgo su elección, como ya pasó en 2019, por lo que deberá buscar votos alternativos que aten su elección.
Ya en Maastricht Von der Leyen se abrió a pactar con formaciones de extrema derecha. Ya sabéis la fórmula que han utilizado tanto ella como Manfred Weber, presidente del Partido Popular Europeo: deben ser partidos pro-Ucrania, pro-Estado de derecho y pro-europeos. Esa fórmula permite alcanzar a casi todo el grupo de los Conservadores y Reformistas (ECR) salvo algunas excepciones poco relevantes para Von der Leyen y excluyendo también a los ultraconservadores de Ley y Justicia (PiS), rivales en Polonia del primer ministro Donald Tusk, uno de los principales aliados de Von der Leyen en el PPE.
Durante el debate se presionó a Von der Leyen para que explicara si ella consideraba que Giorgia Meloni, primera ministra italiana, cumple con esos tres criterios. “Es claramente proeuropea, ha sido muy clara contra Putin y es pro-Estado de derecho. Si se mantiene (así) ofrecemos trabajar juntos”, subrayó la alemana, confirmando lo que ya todos sabían, que es que la política de los democristianos alemanes (CDU) trabajará con Meloni, que a su vez ya ha explicado en varias ocasiones que apoyará un segundo mandato de Von der Leyen.
Cajón de sastre…
Una sola voz: los ministros de Asuntos Exteriores del conocido como formato del “triángulo de Weimar” (Polonia, Alemania y Francia) se han reunido esta semana en Berlín para discutir sobre la política exterior de la Unión Europea. Los tres aliados han coincidido en la necesidad de que la UE actúe de manera más unida y coordinada en política exterior. Los tres ministros aprobaron la “Agenda de Weimar”, en la que señalan que “nuestra seguridad está amenazada”. “Vivimos en una época de rivalidad sistémica en la que ciertos regímenes autocráticos utilizan su poder para socavar y destruir el orden internacional basado en la Carta de las Naciones Unidas”, señala el documento. Como parte de la “Agenda de Weimar” Alemania, Francia y Polonia se comprometen a estudiar de qué manera se puede reforzar el papel del Alto Representante de la Unión para Política Exterior y de Seguridad. Podéis leer el documento aquí.
Reunión de la extrema derecha: Madrid fue el lugar de reunión de formaciones de extrema derecha de toda Europa y de parte del mundo el pasado fin de semana. Con Vox como huéspedes, pasaron por Vistalegre figuras como Javier Milei, presidente de la República Argentina, de lo que ya os habéis enterado todos por el follón que se armó, pero también otros como Marine Le Pen, líder de Rassemblement National, o Mateusz Morawiecki, exprimer ministro de Polonia del partido Ley y Justicia (PiS). Además, por vía telemática, participaron otros líderes como Giorgia Meloni, primera ministra italiana, y Viktor Orbán, primer ministro húngaro. El encuentro sirvió para poner en evidencia que la extrema derecha europea y global no tiene un mensaje homogéneo y que en algunas ocasiones chocan frontalmente: nada tiene que ver la visión anarcocapitalista de Milei con la proteccionista de Le Pen.
Kristersson aguanta: el primer ministro de Suecia, Ulf Kristersson, de los Moderados (Partido Popular Europeo), ha negado que se vaya a desmoronar la coalición de Gobierno, que está apoyada por los Demócratas Suecos (SD), un partido de extrema derecha enmarcado en Identidad y Democracia (ID). De fondo están las recientes revelaciones de que el DS ha estado utilizando granjas de trolls para atacar al Gobierno y a Kristersson, lo que ha provocado una importante bronca en Suecia. Los últimos debates en el parlamento sueco han demostrado la enorme distancia que separa a los Moderados del partido de extrema derecha, especialmente en asuntos relacionados con la Unión Europea, pero el primer ministro insiste en que tienen que seguir colaborando. “¿Por qué Ulf Kristersson pretende que el SD sea algo que el partido no es?”, se pregunta el Dagens Nyheter, el principal periódico sueco, en un editorial durísimo. “SD ha madurado”, afirmó Ulf Kristersson ya en 2022. “Sigue sin ser cierto”, escribe el Dagens Nyheter.
Entrenar en Ucrania: la idea de que soldados de la OTAN puedan en algún momento realizar entrenamiento a soldados ucranianos en suelo de Ucrania no representa una escalada en el conflicto. Eso es lo que ha asegurado esta semana Kaja Kallas, primera ministra de Estonia, insistiendo así en una idea que cada vez le escuchamos más a los países del flanco este: vale, no estamos hablando de meter a nuestro ejército en Ucrania para luchar contra Rusia, pero al menos el entrenamiento que le estamos dando a los soldados ucranianos en territorio aliado, ¿por qué no hacerlo en Ucrania, y así podemos acelerar el proceso? La idea, claro está, no entusiasma a muchos, especialmente a socios que, como España, quieren evitar a toda costa cualquier movimiento que pueda interpretarse como una escalada del conflicto.
Redibujar el Báltico: el ministerio de Defensa ruso planteó el martes por la noche una propuesta para extender el territorio marítimo ruso en el mar Báltico a costa de Finlandia y Lituania, una propuesta que rápidamente desapareció de la web del Gobierno ruso pero que ha provocado un brutal enfado entre los socios bálticos de la Alianza Atlántica. Gabrielius Landsbergis, ministro de Asuntos Exteriores de Lituania, ha hablado de un nuevo “ataque híbrido” por parte de Moscú. Para algunos países de la zona es una muestra más del riesgo real de que el Kremlin decida en algún momento atacar a algún miembro de la OTAN, a pesar de que ese es un escenario que descartan muchos socios de la Alianza, especialmente los más alejados de la frontera rusa.
Escudo antiaéreo: este jueves hemos conocido una carta enviada a Von der Leyen por Kyriakos Mitsotakis, primer ministro griego, y Donald Tusk, su homólogo polaco pidiendo avanzar rápidamente en un plan para desarrollar un “escudo antiaéreo” europeo. La idea no es para nada nueva. La presidenta de la Comisión Europea aprovechó esta propuesta y la mencionó en su debate electoral. Es curioso que la carta llegue de sus dos principales apoyos dentro del Partido Popular Europeo (PPE).
Corte Penal Internacional: Karim Khan, fiscal jefe de la Corte Penal Internacional (CPI), ha pedido esta semana emitir una orden de detención contra Benjamin Netanyahu, primer ministro de Israel, así como a su ministro de Defensa, Yoav Gallant, y contra los líderes del grupo terrorista Hamás, como Yahya Sinwar. El movimiento ha provocado una enorme división entre los Estados miembros, algunos apoyando el movimiento de la CPI, como España, Irlanda o Francia, y otros que lo han criticado, especialmente por lo que muchos han considerado una comparación entre Netanyahu y los líderes de un grupo terrorista. “La propuesta del fiscal jefe de la CPI de dictar una orden de detención contra los representantes de un gobierno elegido democráticamente junto con los dirigentes de una organización terrorista islamista es atroz y completamente inaceptable”, ha asegurado Petr Fiala, primer ministro de Chequia, uno de los principales aliados de Israel en la Unión Europea.
Reconocimiento de Palestina: España e Irlanda, junto a Noruega (que no es un Estado miembro de la UE) han anunciado esta semana que el próximo 28 de mayo reconocerán al Estado de Palestina, algo con lo que venían amagando desde hace tiempo. Pedro Sánchez, presidente del Gobierno español, ha viajado a distintas capitales europeas durante los últimos dos meses con el objetivo de ir recabando apoyos y de ir convenciendo a otros líderes europeos de que si están de acuerdo en que la única solución para el conflicto es la de los dos Estados, debe haber, necesariamente, dos Estados. Se espera que Malta y Eslovenia den el paso pronto, y que también lo haga Portugal, cuyo Gobierno está esperando para ver si alguien más se suma a la iniciativa. En Bélgica hay una fuerte división dentro del Gobierno, pero también se espera que se acabe reconociendo pronto. Podéis leer más en este artículo, en el que repasamos cómo Madrid y Dublín confían en una estrategia de “gota china” con la que ir, poco a poco, moviendo posiciones en la Unión Europea.
Quejas desde dentro: 211 trabajadores de las instituciones europeas han firmado una carta de manera personal contra la posición que la Unión Europea está manteniendo respecto al conflicto en Gaza. La carta, dirigida a Roberta Metsola, presidenta de la Eurocámara, Ursula von der Leyen, de la Comisión Europea, y Charles Michel, presidente del Consejo Europeo, se puede encontrar aquí. Ya el 8 de mayo un grupo de unos 100 trabajadores de la instituciones europeas marcharon por las calles de Bruselas en protesta por el posicionamiento de las instituciones para las que trabajan.
Fantasmas de Srebrenica: Naciones Unidas ha aprobado que el 11 de julio sea el día de conmemoración del genocidio de Srebrenica, para agobio de Aleksandr Vucic, presidente de Serbia, como podéis ver en este vídeo. El día de la votación las autoridades de la República Srpska decidieron que qué mejor idea que celebrar una reunión en la localidad. Los supervivientes han celebrado la votación, que fue impulsada por Alemania y Ruanda.
Desactivar máquinas: dos de los principales productores punteros de semiconductores, ASML Holding NV (de Países Bajos) y Taiwan Semiconductor Manufacturing Co. podrían desactivar en remoto las máquinas de producción de estos chips que se encuentran en Taiwán, la principal productora de esta tecnología en el mundo. ¿Por qué esto es importante? Estados Unidos lleva tiempo presionando sobre el riesgo de que todas estas máquinas y la tecnología crítica que producen caigan en manos de la República Popular China en el escenario de una invasión por parte de Pekín de la isla. Podéis leer más en Bloomberg.
¿Solidaridad con Irán?: como ya sabréis, el pasado fin de semana murieron en un accidente de helicóptero el presidente de Irán, Ebrahim Raisi, así como su ministro de Asuntos Exteriores, Hossein Amir-Abdollahian. Janez Lenarčič, comisario de Cooperación Internacional, ofreció el sistema Copernicus en las horas siguientes, hablando de “solidaridad europea”. Pero son muchos en Bruselas los que creen que no se debe ninguna solidaridad al régimen de los ayatolás, al que se ha sancionado por sus ataques a la sociedad civil, especialmente a las mujeres.