Nexo Europa (nº 218) - La 'crisis Ribera' en Bruselas
Es viernes y este es el número 218 de Nexo Europa, la newsletter de actualidad y análisis de asuntos europeos. Ha sido una semana bastante difícil, así que siento si algo se queda en el tintero, aunque espero que no sea el caso.
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Capítulo exprés (menos de 30 minutos) y de emergencia de ‘¿Y las europeas?’, el podcast de asuntos europeos de Laura Zornoza y un servidor, en el que en esta vez os explicamos qué ha salido mal en las audiencias de los comisarios. Podéis escucharlo en Spotify y en iVoox.
Toma de rehenes en Bruselas
A estas alturas ya lo sabéis todos. Estamos en modo crisis en Bruselas. No debería haber pasado, pero el ‘súper martes’ de audiencias a futuros miembros del colegio de comisarios salió mal (no necesariamente por el contenido de las audiencias) y la situación está descarrilando bastante. Ya sabéis también que en el centro del asunto está Teresa Ribera, vicepresidenta del Gobierno y candidata a ser vicepresidenta de Transición Limpia, Justa y Competitiva. Vamos a intentar ir por partes.
Llegamos a esa jornada con una enorme cantidad de vetos cruzados, toma de rehenes y mecanismos de acuerdo que reducían las opciones de que fuéramos a ver ningún rechazo, como explicamos en el número anterior de Nexo Europa. Todos los partidos, socialdemócratas, populares europeos (PPE), liberales y ultraconservadores tenían algo que perder. Los socialistas españoles desde luego eran unos de los que más arriesgaban, porque Ribera era la última, junto a la popular finlandesa Henna Virkkunen, en pasar su examen ante la Eurocámara.
Pero si nada apuntaba a que fuéramos a tener lío no podíamos estar más equivocados. El lunes por la noche, el día antes de las audiencias clave, PPE, socialdemócratas (S&D) y liberales de Renew Europe acordaron decidir sobre los seis vicepresidentes al mismo tiempo, en bloque, precisamente para reducir las opciones de que Ribera pudiera acabar sufriendo una emboscada de última hora por parte de los populares europeos cuando el resto de los vicepresidentes que ya habían pasado por las audiencias hubieran sido aprobados sin problema. La idea era que al final del día los líderes políticos se reunirían, incluso quizás con la presencia de Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, y tratarían de resolver todo el puzzle de un solo golpe. Pero el martes a mediodía ese pacto estaba roto.
Según fuentes populares españolas por la mañana Alberto Núñez Feijóo había telefoneado a Manfred Weber, presidente del PPE, y le había convencido de que se debía retrasar la decisión sobre Ribera. S&D y Renew explicaron que eso significaba retrasar la decisión sobre los seis vicepresidentes, y los democristianos lo asumieron. Pero fuentes populares europeas hablaban de retrasarlo hasta la semana que viene, y los socialistas eso no lo veían: querían tenerlo resuelto esta misma semana. Ya os podéis imaginar que no ha sido el caso. Una fuente popular comenta irónicamente que a los socialistas españoles “les ha entrado prisa”.
¿Por qué ese comentario? Más tarde, durante la audiencia de Ribera (me gustaría hablar del contenido, pero es difícil porque la verdad es que casi toda la atención se concentró en los choques con populares y eurodiputados de extrema derecha), Dolors Montserrat, portavoz del PP español en la Eurocámara, lanzó la idea de que la vicepresidenta del Gobierno podría verse afectada por un proceso judicial en el futuro. Esa está siendo la línea argumental de los populares españoles y la que han trasladado a sus colegas europeos: que Ribera puede verse imputada en el futuro, ¿y cómo va a tener la Comisión Europea una vicepresidenta con causas judiciales? Por eso la otra pregunta, hecha por Montserrat, pero también por algunos eurodiputados alemanes democristianos, fue qué haría en caso de que le imputaran. Obviemos que Von der Leyen está siendo de hecho investigada por el conocido como Pfizergate, sobre el que, por cierto, ha habido una vista en el Tribunal de Justicia de la UE en Luxemburgo, donde los abogados de la Comisión han defendido que los SMS entre Von der Leyen y el CEO de Pfizer eran irrelevantes, aunque, ¿cómo pueden saberlo si no han tenido acceso a ellos?
Volviendo al asunto: hablando con populares españoles me parece que queda bastante claro que la apuesta de Génova ha sido retrasar la decisión lo máximo posible para tratar de desgastar a Ribera, esperando que surja alguna causa judicial en los próximos días que pueda terminar de minarla. ¿Y si no lo consiguen? Las fuentes hablan abiertamente de que entonces habrán conseguido debilitarla y que llegue a Bruselas magullada. Eso da una imagen bastante nítida del modo “guerra total” en el que estamos.
No es un show especialmente edificante, y empeora si se compara con otros casos, como el de Raffaele Fitto, miembro de Fratelli d’Italia, el partido de la primera ministra italiana Giorgia Meloni, que contará con el respaldo de los miembros transalpinos de la familia socialista europea, aunque el resto de S&D y los liberales consideran que se le ha dado un cargo demasiado elevado y están pidiendo que se le reduzca el rango. Aunque ha habido otros hearings, como el del francés Stéphane Séjourné, que han sido tensos y han tenido bastante contenido de política nacional, todos los observadores no españoles han coincidido en apuntar que este fue el más tenso, el más bronco y el más agresivo. En todo caso, Fitto ya no escapa de esta crisis, y los socialistas lo han tomado como rehén y piden que se le reduzca a comisario raso, aunque la realidad es que los partidos de la derecha y extrema derecha pueden sacarlo adelante sin ellos.
Pero la cuestión es que Weber ha tomado el testigo del empuje español contra Ribera. ¿Por qué? La mayoría apuntan a un factor humano: odia a Von der Leyen desde que en 2019 los líderes la nominaron a ella y no a él (en realidad solamente en su cabeza había alguna opción de ser presidente de la Comisión), y tiene aquí una oportunidad de hacerla sudar. ¿Significa eso que esté dispuesto a llegar hasta el final? No necesariamente, pero la realidad es que es difícil saber lo que tiene ahora mismo en la cabeza el político alemán. En su círculo insisten en que ahora mismo hay un “0% de posibilidades” de cerrar un acuerdo pronto. Pero, ¿cuánto puede aguantar su pulso? Fuentes del PPE han puesto dos condiciones a Ribera para evaluar su candidatura (no para aprobarla, sino para evaluarla): que ofrezca antes explicaciones por la DANA ante el Congreso de los Diputados y que se comprometa a dimitir si en algún momento se ve afectada por algún proceso legal relacionado con la gestión de la tormenta. Este segundo punto busca ya anclar la idea de que esa es una posibilidad real y cercana, lo que desgasta la figura de Ribera.
El retraso no interesa para nada a Ursula von der Leyen, presidenta del Ejecutivo comunitario, que quiere que la nueva ‘administración’ europea esté rodando el 1 de diciembre, especialmente en el contexto de la victoria de Donald Trump en Estados Unidos que obliga a Bruselas a estar lista para responder a esta nueva situación. ¿Hay tiempo para ello? Por supuesto. La realidad es que todo se puede desbloquear en cualquier momento durante la semana que viene, o incluso la propia semana siguiente, durante el Pleno de Estrasburgo en el que debe votarse el nuevo colegio de comisarios. Pero, ¿de verdad hay tiempo para ello? Seamos serios: no mucho. Europa tiene que prepararse para un impacto en enero, y la Comisión Europea debe hacer todo lo posible por empezar a funcionar el 1 de diciembre.
Roberta Metsola, presidenta de la Eurocámara, ha pedido que todo el mundo negocie y trate de llegar a un acuerdo. “Se votará el 27 de noviembre”, ha asegurado la maltesa, aunque eso dependerá mucho de qué pase en los próximos días. No os voy a mentir, es muy difícil saber qué va a pasar, pero lo normal es que la semana que viene se desbloqueara el asunto, y la semana siguiente se vote en Estrasburgo.
En todo caso esta crisis apunta a algo mucho más preocupante que solamente un posible retraso de la entrada en vigor de la nueva Comisión Europea. Muestra una ruptura total de la “gran coalición” europea, una pérdida de confianza absoluta y una voluntad clara de Weber de usar su mayoría alternativa para poner contra las cuerdas a unos socialistas que se están dando cuenta de que salvo que marquen líneas rojas claras y sean capaces de cumplirlas, les quedan cinco años por delante muy duros.
Cajón de sastre
Datos económicos: la Comisión Europea ha anunciado este viernes sus previsiones de otoño, en las que apunta que la Eurozona se expandirá un 0,8% en 2024, un 1,3% en 2025 y un 1,6% en 2026, mientras el conjunto de la Unión Europea crecerá… España es la economía que más crece entre las grandes de la zona euro, con una expansión del 3% en 2024, del 2,5% en 2025 y del 2,1% en 2026. Francia crecerá un 1,1% antes de reducir su expansión hasta el 0,8% el año que viene y rebotar en 2026, con un 1,4%, en todo caso, notablemente por debajo de la economía española. La economía de Alemania se contraerá un 0,1% en 2024, y solamente crecerá un 0,7% el año que viene, mientras que en el caso de Italia se situará en el 0,7% este año, y en 2025 se situará en el 1% y en el 1,2% en 2026. Podéis leer más aquí.
Novedades en Alemania: ya tenemos una fecha para las elecciones anticipadas en Alemania después del colapso de la coalición de Gobierno tras la destitución de Christian Lindner como ministro de Finanzas por parte de Olaf Scholz, canciller alemán. Las elecciones serán el 23 de febrero, y Friedrich Merz, candidato de los democristianos de la CDU/CSU, es el gran favorito para convertirse en el próximo canciller federal. Dentro de los socialdemócratas (SPD) está habiendo cierto debate sobre si Scholz, que ha demostrado ser una figura bastante poco popular, debe ser el candidato a esas elecciones o si el puesto debería ocuparlo Boris Pistorius, actual ministro de Defensa.
Le Pen tocada (todavía no hundida): la fiscalía pide cinco años de prisión y de inhabilitación contra Marine Le Pen, líder de facto de Rassemblement National y la que se preveía como candidata para las elecciones presidenciales de 2027 en las que la extrema derecha tiene su mejor opción hasta el momento de alcanzar el Elíseo. El partido denuncia maniobras judiciales para apartar a Le Pen de la política, pero la realidad es que la dirigente derechista está acusada de cosas bastante concretas: usar fondos del Parlamento Europeo para pagar a empleados de su formación entre 2004 y 2016, lo cual es ilegal. Por supuesto, eso no significa que la sentencia deba ir en esta misma dirección, pero ha hecho saltar las alarmas en la formación lepenista, que en todo caso tiene un claro ‘delfín’ en Jordan Bardella.
Gas natural licuado: creo que vamos a hablar bastante de gas natural licuado (GNL) en los próximos meses. Ya apuntó a ello Von der Leyen tras la cumbre de Budapest, y todo indica que va a ser un elemento clave en la relación entre la futura administración americana de Donald Trump y la Comisión Europea en su esfuerzo por evitar un conflicto comercial a gran escala. “Todavía recibimos mucho GNL de Rusia y por qué no sustituirlo por GNL estadounidense, que es más barato para nosotros y abarata nuestros precios energéticos”, aseguró la presidenta de la Comisión Europea. No sería la primera vez que la UE usa las compras de GNL americano para tratar de calmar a Trump, porque es algo que ya hizo Jean-Claude Juncker, anterior presidente del Ejecutivo comunitario, en julio de 2018.
Preocupación creciente: los nombramientos que está haciendo Donald Trump están confirmando las peores sospechas en Bruselas. La elección de Pete Hegseth como secretario de Defensa es una de las más preocupantes, con sus mensajes sobre Ucrania, aunque se ve con bastante temor el rol que está jugando Elon Musk, el magnate dueño de la red social X. La UE ya sabe que también tendrá que lidiar con Marco Rubio. En todo caso, todo apunta a que Trump va a buscar un acuerdo rápido con Rusia para el que todo el mundo debe estar preparado, o eso considera Alex Stubb, presidente de Finlandia, que habló con el republicano esta semana. “En Europa y en el resto del mundo tenemos que entender que Donald Trump se toma muy en serio lo de conseguir un acuerdo de paz más pronto que tarde”, ha asegurado esta semana.
Llamada a Moscú: este viernes hemos conocido que Olaf Scholz, canciller federal de Alemania, ha telefoneado a Vladimir Putin, presidente ruso, y han hablado por primera vez en dos años. La llamada de Berlín a Moscú muestra un cambio de actitud general en la Unión Europea, con varios Estados miembros queriendo prepararse para cuando Donald Trump llegue a la Casa Blanca y busque finalizar la guerra cuanto antes. El discurso oficial de Alemania es que mantiene el apoyo a Ucrania, aunque esté haciendo movimientos para intentar posicionarse en caso de que Estados Unidos busque forzar unas negociaciones de paz.
Blinken en la ciudad: Anthony Blinken, secretario de Estado de EEUU, ha visitado esta semana Bruselas, una visita que se ha producido por supuesto bajo la sombra del regreso de Donald Trump a la Casa Blanca. El americano, que ha trabajado estrechamente con los europeos en la cuestión ucraniana, ha visitado la OTAN y luego también la Comisión Europea, y lo ha hecho con un mensaje claro: mientras dure la administración Biden, es decir, durante el próximo mes y medio, Washington va a redoblar sus apoyos a Ucrania, que hace todo lo que puede por mejorar su posición en el campo de batalla durante las próximas semanas mientras Moscú redobla sus ataques sobre Kiev.
El duro trabajo de Rutte: seguimos hablando del futuro inquilino de la Casa Blanca. En 2018 Mark Rutte, entonces primer ministro de Países Bajos, se ganó el mote de “susurrador de Trump”, al ser el encargado de calmar a Donald Trump, a la sazón presidente de Estados Unidos, durante una cumbre de la OTAN que iba camino del desastre. Ese mote probablemente le haya ganado al político holandés el puesto de secretario general de la OTAN. Los amigos de Política & Prosa me pidieron que hiciera un perfil de Rutte y aquí podéis leerlo, publicado en un momento inmejorable.
Deforestación: el Parlamento Europeo ha aprobado esta semana el retraso en la aplicación de la normativa europea sobre deforestación, que busca limitar el que las importaciones europeas incentiven la deforestación. “Ante la inquietud entre los Estados miembros, terceros países, proveedores y operadores sobre las dificultades para adaptarse a la normativa si se aplica desde final de 2024, la Comisión propuso aplazar un año la fecha de aplicación de la ley”, señala la Eurocámara. Todavía quedará la negociación con el Consejo, que será dura. La norma obligará a que importaciones de determinados productos, como el cacao o productos ganaderos, demuestren que no han usado territorio deforestado. Originalmente estaba previsto que los Estados miembros también tuvieran que aplicar la regla a sus propios productos, pero eso ha quedado eliminado, provocando precisamente el enfado de países como Brasil, que consideran que se trata de una medida proteccionista escondida como medida medioambiental (no les falta algo de razón). En todo caso, el PPE con el apoyo de ultraconservadores y extrema derecha incluyó una cláusula de “países sin riesgo” que no deberían cumplir con el papeleo.
Multa de casi 800 millones: la Comisión Europea ha impuesto una multa de casi 800 millones de euros contra Meta por vincular su plataforma ‘marketplace’ con la red social Facebook, estableciendo condiciones abusivas a sus competidores. Podéis leer más aquí. La multa llega la misma semana en la que Meta ha explicado está adaptándose a los anuncios menos personificados que exigen las normativas europeas.
Meloni contra los tribunales: el plan de Giorgia Meloni, primera ministra italiana, de usar Albania como plataforma para las deportaciones de inmigrantes que provengan de “terceros países seguros” está fracasando por el momento. Y los responsables son los tribunales, que consideran que el plan no es lo suficientemente sólido desde una perspectiva legal. Los siete inmigrantes, de Egipto y Bangladesh, que estaban retenidos en Albania tuvieron que ser devueltos a territorio italiano después de la decisión del Tribunal de Roma. La justificación de los jueces italianos es que hay una decisión del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) que contradice la normativa italiana.
Maniobras en Viena: el partido liberal Neos se ha unido a las conversaciones lideradas por el canciller federal Karl Nehammer, de los populares austriacos (ÖVP) para tratar de mantener fuera del poder al partido de extrema derecha FPÖ, fundado tras la Segunda Guerra Mundial por un antiguo miembro de las SS nazis, que fue el vencedor en las últimas elecciones federales. En estas negociaciones también está participando Andreas Babler, líder de los socialdemócratas austriacos (SPÖ). Nehammer tiene pocas cartas sobre la mesa: o Neos se une a las negociaciones en serio, o la otra opción son los Grünen, los verdes, con los que ha compartido Gobierno en estos últimos años y con los que la relación se ha ido rompiendo poco a poco. El problema es que ÖVP y Neos se han dedicado durante la campaña a atacar muchas de las propuestas clave del SPÖ, así que cualquier Gobierno estará unido por un único interés común: evitar que el FPÖ acceda al poder.