Nexo Europa (nº 246) - Mirando al 9 de julio
Esta semana hablamos de las negociaciones comerciales, del inicio de la presidencia danesa del Consejo de la UE y de mucho más.
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Es viernes, este es el número 246 de Nexo Europa, la newsletter de actualidad y análisis de asuntos europeos. Estoy de vuelta tras un paréntesis de algunas semanas, porque, como sabéis los lectores fieles, me casé en junio y me he tomado un merecido descanso. Ahora volvemos al lío. Han pasado bastantes cosas en este tiempo (por encima de todo lo demás, el principal asunto ya sabéis que ha sido la cumbre de la OTAN en La Haya), pero estoy seguro de que habéis estado siguiendo la actualidad, de manera que no voy a hacer una revisión de todo lo que ha ocurrido.
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Tenemos muchas novedades en ‘Estación Europa’, el podcast para entender la Unión Europea. Vamos a ir con el menú que ofrecemos, con una mini-serie de dos capítulos sobre Hungría y un capítulo sobre la cumbre de la OTAN.
Primer capítulo dedicado al ascenso al poder de Viktor Orbán, a sus años de juventud apolítica, centrada en su obsesión por el fútbol, que podéis escuchar aquí.
Uno segundo para explicar la deriva autoritaria en Hungría a partir de su regreso al poder en 2010, que pilotó Laura, que podéis escuchar aquí.
En mi ausencia Laura ha contado con dos invitados de lujo para hablar de la cumbre de la OTAN de La Haya, que como sabéis ha dado mucho juego. Son dos de los periodistas que más saben de la Alianza Atlántica en español, María G. Zornoza y Víctor Tuda. Podéis escucharlo aquí. De verdad que no creo que en español podáis encontrar algo mejor para explicar la cumbre y todos los detalles importantes del encuentro.
Necesitamos apoyo para el podcast porque en estos tiempos que corren en las redes sociales es muy difícil conseguir que nuestros capítulos se muevan, y Spotify penaliza los podcasts que no incluyen ahora vídeo. Así que si tenéis conocidos y amigos a los que les interese la Unión Europea y los asuntos europeos lo compartáis.
Negociando con Trump
Esta semana Maros Sefcovic, comisario de Comercio, ha viajado a Estados Unidos para una fase crítica de las negociaciones con la administración americana, ya que la semana que viene, el 9 de julio, concluye la pausa de 90 días de los aranceles generales anunciados por el presidente estadounidense Donald Trump en abril. Este mismo viernes Sefcovic informa a los embajadores representantes permanentes de los Veintisiete (Coreper II) sobre cómo han ido las reuniones. El inquilino de la Casa Blanca ha amenazado en el pasado reciente con llegar a aplicar nuevos gravámenes comerciales de hasta el 50% ante la falta de progreso de las negociaciones con la Unión Europea. Ante la amenaza de una guerra comercial total los Estados miembros no están manteniendo una postura unida. Los países más expuestos comercialmente a Estados Unidos, como por ejemplo es Alemania, consideran que la Comisión Europea está negociando de forma demasiado compleja con la administración americana, mientras otros países consideran que el Ejecutivo comunitario está gestionando bien las conversaciones.
Como ya hemos explicado aquí en el pasado, la Unión Europea hace tiempo que ha asumido que habrá una base de los aranceles, probablemente del 10%, que va a quedarse, como ha ocurrido ya por ejemplo en el caso del Reino Unido. Los esfuerzos del equipo negociador comunitario pasaban por intentar obtener niveles más bajos que esa línea de referencia para algunos bienes concretos, y, a cambio, están abriéndose a abordar cuestiones relacionadas con las polémicas “barreras no arancelarias”. Un punto que se está señalando son, por ejemplo, las normas europeas respecto a inteligencia artificial. Además, 44 empresas líderes europeas, como Airbus, TotalEnergies, Carrefour o Mercedes-Benz, han enviado una carta abierta a la Comisión Europea en la que solicitan también el retraso de la puesta en marcha de esta ley.
Uno de los asuntos centrales es hasta qué punto la Comisión Europea da señales en las negociaciones de estar dispuesta a hacer una aplicación flexible de su regulación digital, la Ley de Servicios Digitales (DSA) y la Ley de Mercados Digitales (DMA). En Washington consideran que un ejemplo práctico de lo que debe hacer la UE está en el caso canadiense, después de que Ottawa decidiera no empezar a aplicar un nuevo impuesto a los gigantes digitales para así poder seguir con las negociaciones comerciales. Aunque en el pasado el Ejecutivo comunitario se ha mostrado contundente respecto al respeto de la “soberanía” europea, en los últimos días los críticos apuntan a que Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, se ha mostrado menos clara. En la dirección general de Comercio el mensaje es más claro, asegurando que se trata de una “línea roja”.
El miedo de algunos en Bruselas es que aunque no haya un acuerdo formal respecto a la aplicación de la DSA y la DMA el Ejecutivo comunitario sí pueda acordar algún tipo de “diálogo” sobre la aplicación de esta regulación a los gigantes digitales americanos en la Unión Europea. Eso es lo que indica un documento circulado por la oficina del representante comercial de EEUU (USTR), que señalaba, según el Wall Street Journal, que este era uno de los puntos de negociación. Henna Virkkunen, vicepresidenta ejecutiva de la Comisión Europea a cargo de Soberanía Tecnológica, ha asegurado esta semana en una entrevista que este asunto no formará parte de las negociaciones.
De lo que podemos estar seguros es de que las conversaciones no van a terminar aquí, ni el 9 de julio. El escenario base ahora es que se llegue a un acuerdo que permita evitar una guerra comercial total mientras se siguen negociando las cuestiones que EEUU considera como ofensas que se deben resolver. De hecho, Von der Leyen ya ha señalado que un acuerdo “detallado” es “imposible” antes del 9 de julio, por lo que la Comisión Europea busca ahora mismo un “principio de acuerdo” que sirva para seguir negociando. La administración americana va a seguir dando dolores de cabeza en los próximos años a la Comisión Europea, y esto es algo asumido en la capital comunitaria. Es la nueva normalidad en la era de Trump.

Cajón del sastre
Presidencia danesa: este 1 de julio ha arrancado la presidencia danesa del Consejo de la Unión Europea, que se extenderá hasta el próximo 31 de diciembre. Ya sabéis que estos semestres, aunque siguen teniendo mucho lustre a nivel de comunicación política, lo cierto es que son relevantes sobre todo a niveles técnicos, por lo que el cambio de presidencia no marca un giro en el rumbo del Consejo de la Unión Europea. Las prioridades del Gobierno danés son los asuntos relacionados con defensa y con el proceso de adhesión de Ucrania a la UE. Podéis ampliar más aquí. Esta semana el colegio de comisarios ha viajado a Dinamarca para inaugurar la presidencia y el próximo 1 de octubre tendremos una cumbre de jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea en Copenhague.
Objetivo 2040: la Comisión Europea ha presentado esta semana su propuesta de objetivo climático para el año 2040, manteniendo la meta de reducir las emisiones en un 90% respecto a los niveles de 1990, pero aplicando un cierto margen de flexibilidad exigido por algunos Estados miembros con un sector industrial importante y que se encuentran retrasados en el proceso de descarbonización, como son Italia, Polonia o República Checa. El Ejecutivo comunitario ha incluido por ejemplo la posibilidad de que en el futuro, a partir de 2036, se puedan tener en cuenta “créditos” internacionales de emisiones (algo así como que los países europeos puedan comprar ese recorte de emisiones en otros países fuera de la UE) que sean de calidad y que representen como máximo un 3% de las emisiones que se deben recortar de cara a 2040. Podéis leer más en El Confidencial.
Guerra de guerrillas climática: en la rueda de prensa de presentación del objetivo de 2040 había dos almas. Por un lado estaba Wopke Hoekstra, comisario de Clima, que hablaba de “flexibilidad” con una sonrisa en la cara, señalando que el tiempo adicional de negociación que se había necesitado para presentar este nuevo objetivo había hecho todo el paquete más sólido. Y luego estaba la española Teresa Ribera, vicepresidenta ejecutiva de la Comisión a cargo de Transición y Competencia, que habló de la flexibilidad como una “red de seguridad”. Ribera, la principal socialista dentro del Ejecutivo comunitario, así como su equipo, se están encontrando con una auténtica guerra de guerrillas dentro de una Comisión cuyo colegio de comisarios ha girado mucho a la derecha y que se encuentra en modo “demolición” respecto a muchos asuntos en los que se había avanzado en 2019 - 2024. Saben que se encuentran en una minoría y que tienen que cavar trincheras e intentar resistir como puedan.
Moción de censura: Von der Leyen afronta la semana que viene una moción de censura en el Parlamento Europeo que no saldrá adelante pero que muestra la debilidad de la alemana en la Eurocámara. El promotor de la moción es el eurodiputado rumano de extrema derecha Gheorghe Piperea, que logró los 72 apoyos necesarios en el hemiciclo para poner en marcha el proceso con el que esperan poner bajo el foco el papel de la presidenta en el conocido como Pfizergate después de que el Tribunal General de la UE considerara que la Comisión debería haber permitido a una periodista del New York Times acceder a unos mensajes entre la presidenta y el CEO de Pfizer durante las negociaciones para la adquisición de vacunas durante el coronavirus. Si por absoluta sorpresa fuera aprobada la moción todo el colegio de comisarios debería presentar su dimisión. Aunque el asunto no salga adelante la realidad es que el hecho de que la alemana tenga que enfrentarse a un debate el lunes con una votación el jueves ya es suficiente molestia para una política que ha demostrado no tener una relación sencilla con la Eurocámara, considerando a la institución como un foro de segunda o tercera fila en tiempos de turbulencias en las que el Consejo Europeo acapara toda la atención y todo el poder.
MFP, here we go: ya hay muchos movimientos de cara a la negociación del próximo Marco Financiero Plurianual (MFP), que cubrirá desde el 2027 al 2034, pero que se empieza a negociar desde ya, con la presentación de una primera propuesta por parte de la Comisión Europea. Se espera que Bruselas aplique tijera a los fondos de cohesión y agrícolas para redirigir fondos a nuevas prioridades, algo a lo que se oponen muchos de los Estados miembros que son receptores de estos fondos, pero que llevan tiempo reclamando otros socios europeos, como Países Bajos o Alemania. Bulgaria, Chequia, Grecia, España, Hungría, Italia, Letonia, Lituania, Polonia, Portugal, Rumanía, Eslovenia y Eslovaquia han mostrado a través de un “non-paper” común su oposición a la idea de un MFP con un paquete por país, en vez de fondos diferenciados, una idea sobre la que la Comisión Europea lleva tiempo trabajando. Polonia ha presentado por su parte “non-paper” particular con sus prioridades para estas negociaciones que incluye la petición de emisión de deuda conjunta para financiar el gasto en defensa. Los polacos también señalan que “el reembolso de los Fondos de Recuperación no debería producirse a expensas de los gastos presupuestarios existentes de la UE. Los fondos deberían proceder de contribuciones adicionales de los Estados miembros y de nuevos recursos propios, siempre que estos sean aceptables para todos los Estados miembros”. Otras capitales consideran que no se puede hablar de más contribuciones nacionales y que el servicio de la deuda emitida para financiar el Fondo de Recuperación debe salir de recortar otras partidas.
Presidencia del Eurogrupo: este lunes 7 de julio el Eurogrupo, el foro de ministros de Finanzas de la Eurozona, tendrá que elegir de nuevo a su presidente, un puesto que fue enormemente poderoso durante los años de la crisis del euro, pero que ahora ha perdido mucho peso. Los candidatos son el actual presidente, el irlandés Paschal Donohoe, el ministro español de Economía, Carlos Cuerpo, y el ministro lituano del ramo, Rimantas Šadžius. Los dos últimos son ministros del sector socialista, por lo que compiten por los mismos votos. España tiene una larga tradición de querer hacerse con este puesto, por el que ya compitieron recientemente Luis de Guindos y Nadia Calviño, que en ambos casos perdieron ante sus rivales. El candidato ganador necesita obtener 11 de los 20 votos emitidos, y Donohoe, que lleva en el puesto desde el año 2020, parte como el favorito.
Controles fronterizos: Polonia criticó duramente la decisión del Gobierno alemán de aplicar controles fronterizos en 2024, pero ahora el Gobierno de Donald Tusk va a hacer lo propio a partir del 7 de julio en sus fronteras con Alemania y Lituania, con el objetivo de endurecer así su discurso contra la inmigración, un asunto en el que se encuentra asediado políticamente por el partido ultraconservador Ley y Justicia (PiS).
Línea Elíseo - Kremlin: por primera vez desde 2022 el presidente francés, Emmanuel Macron, ha hablado por teléfono con el presidente ruso, Vladimir Putin. Aunque la justificación de la llamada es la situación en Irán tras los ataques de Israel y Estados Unidos, ambos líderes hablaron sobre la guerra en Ucrania, iniciada por Moscú en 2022 tras una invasión a gran escala que ha estado seguida de crímenes de guerra, bombardeos permanentes y miles de civiles ucranianos muertos. Macron habló antes y después de su llamada con Putin, que duró dos horas, con Volodimir Zelenski, presidente ucraniano. La llamada sirvió para demostrar que el Kremlin no se mueve un centímetro en su discurso oficial respecto a la guerra en Ucrania, que considera un resultado directo de las acciones de occidente. Según el gobierno ruso Putin señaló que cualquier acuerdo de paz debe tener en cuenta las “nuevas realidades territoriales”.
Sobreviviendo como puede: François Bayrou, primer ministro francés, ha sobrevivido esta semana a una nueva moción de censura presentada por los socialistas la semana pasada gracias a que los diputados de extrema derecha de Reagrupación Nacional, el partido de Marine Le Pen, han decidido no sumarse a la moción. El desencuentro entre el PS y el Gobierno se ha producido a raíz de la falta de acuerdo respecto a la reforma de las pensiones. Bayrou ha sobrevivido, pero de nuevo el RN se encuentra con la llave para hacer caer al Ejecutivo. En estas condiciones París tiene muy difícil sacar adelante los presupuestos que necesita para poner orden en las caóticas cuentas públicas francesas, que cuentan con un déficit disparado del 5,4% del PIB.
Rincón chino: Wang Yi, ministro de Asuntos Exteriores chino, ha estado esta semana en Europa, y se ha visto con Von der Leyen, con António Costa, presidente del Consejo Europeo, y con Kaja Kallas, Alta Representante de la Unión para Política Exterior y de Seguridad. Luego también ha viajado a Berlín. En Bruselas el punto central de los encuentros era la preparación de la cumbre entre la Unión Europea y China para marcar el 50 aniversario del establecimiento de relaciones diplomáticas, y que ha adquirido una nueva dimensión tras el regreso de Trump a la Casa Blanca, como explicamos en el podcast Estación Europa en un capítulo dedicado a los lazos entre Bruselas y Pekín. Sin embargo, las reuniones en Bruselas de Wang han mostrado que hay enormes diferencias y que no hay nada parecido a un acercamiento. La parte china puso el énfasis en la necesidad de cooperar ante el “bullying” que llega desde la Casa Blanca (al mismo tiempo que aplica controles de exportaciones de sus tierras raras, lo que está poniendo a la industria europea contra las cuerdas) mientras que el lado europeo insistió más en cuestiones relacionadas con las espinas de las relaciones entre los dos bloques: las diferencias comerciales y respecto a la guerra en Ucrania. En este segundo punto hizo especial hincapié Kallas. Pero no hay señales esperanzadoras para las relaciones entre los dos bloques. Según adelanta esta semana Bloomberg, la cumbre UE - China podría recortarse de dos días de agenda a una única jornada, con un encuentro en Pekín, a petición del Gobierno chino. Además, en un paso que se ha seguido con atención en Bruselas, Xi Jinping, presidente chino, ha hecho referencia a la necesidad de poner fin a la “competencia desordenada a bajo precio” durante una reunión del órgano de política económica del Partido Comunista. Podéis leerlo en el SCMP. ¿Estamos viendo el inicio de un cambio de actitud de Pekín respecto al problema de la sobrecapacidad?