Nexo Europa (nº 189) - Del boceto a la maqueta
Por Nacho Alarcón | Bruselas, 22 de marzo de 2024
Es viernes y este es el número 189 de Nexo Europa, la newsletter de actualidad y análisis de asuntos europeos. Recuerdo que a partir de ahora esta newsletter está abierta a patrocinios y colaboraciones, así que si hay alguna empresa u organización interesada puede contactar por esta vía (nexoeuropa.newsletter@gmail.com).
Un 22 de marzo pero de 1896 Charilaos Vasilakos se convierte en el vencedor de una maratón en las primeras olimpiadas modernas, celebradas en Atenas. Ese mismo día, pero de 1992 el Partido Democrático gana las elecciones parlamentarias en Albania, las segundas libres tras la muerte de Enver Hoxha, terminando así la era comunista en el país balcánico. Sobre esto os recomiendo leer Free, de Lea Ypi.
Del boceto a la maqueta
La Europa de la defensa es uno de esos elementos siempre presentes en la mitología europea. Se habla mucho de ella, se debate durante horas, se escriben miles de palabras sobre su hipotético futuro. Pero pertenece más al mundo de las ideas que al mundo real. Sin embargo, los jefes de Estado y de Gobierno reunidos este jueves y viernes en Bruselas han intentado pasar de los dichos a los hechos, pasar del boceto de una estrategia europea de defensa a algo parecido a una maqueta, una idea algo más consistente y completa de lo que quiere Europa en la cuestión militar.
No se han tomado decisiones, pero los líderes han podido tener un debate en el que se empiezan a aterrizar ideas importantes. Los Veintisiete saben que hay muchos problemas en el camino de la Europa de la defensa, y que no todos tienen que ver con el dinero. Hay problemas de cuellos de botella y de capacidad de producción, de coordinación entre Estados miembros y de planificación. Europa no es capaz de cumplir con las necesidades que Ucrania tiene en términos de munición, y no es porque no haya dinero para pagarlo: es porque no hay capacidad de producir proyectiles a la velocidad y a la escala que se requiere.
Algunos actores, como Thierry Breton, comisario de Mercado Interior e Industria, hablan de la necesidad de avanzar hacia una especie de “economía de guerra”, una idea rechazada por algunas delegaciones que creen que hay que abordar el debate con más mesura. La sensación en algunas capitales es de que se quiere centrar toda la atención y todos los recursos ahora en la cuestión de la defensa, y advierten de que entendiendo que se debe hacer más en la cuestión militar no se puede abandonar el resto de prioridades.
Y es ese punto, ahí sí, donde hablar de dinero es importante. Francia está moviendo la idea de los eurobonos (deuda europea conjunta) enfocados en defensa, algo que Emmanuel Macron, presidente francés, lleva comentando desde hace meses. La idea, que se quería recoger en las conclusiones haciendo referencia a la necesidad de buscar maneras “innovadoras” de financiar el gasto en defensa, fue rechazada de forma clara por las delegaciones alemana, sueca y holandesa, pero finalmente en el texto de conclusiones se pide “explorar todas las opciones para movilizar fondos e informar antes de junio”. Y ese “todas las opciones” deja espacio, claro está, para los eurobonos.
Pero de nuevo, este no es un problema solamente de dinero. Incluso en la Comisión Europea admiten que antes de hablar de eurobonos habría que responder a preguntas básicas como saber para qué y cómo se quieren utilizar, saber si los Veintisiete tienen capacidad de absorber otro programa como el del Fondo de Recuperación acordado en 2020. Sin poder responder a esas preguntas de estrategia y de planificación hablar de financiación tiene poco sentido.
Dentro de esas “todas las opciones” se incluye una que inquieta a algunas delegaciones: explorar la flexibilidad del artículo 41.2 del Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea para financiar desde el presupuesto común, el Marco Financiero Plurianual (MFP), gasto directo en defensa. Teniendo en cuenta el énfasis que se está poniendo en la necesidad de inyectar pasta en la industria hay países preocupados con que se busque incluir en el MFP y eso lleve a recortes sustantivos en las partidas que son estratégicas para ellos. Un caso obvio es el de España. Se busca el dinero en otros sitios, como por ejemplo en el Banco Europeo de Inversiones (BEI), al que se le pide que flexibilice su financiación de tecnología de uso dual, algo de lo que ya hablamos la semana pasada en este artículo.
Activos rusos
Los líderes se han reunido para el Consejo Europeo de marzo con un menú bastante cargado, hablando de la situación en Oriente Próximo, de Ucrania, de ampliación y de muchísimo más. Sobre la mesa también tuvieron la propuesta que la Comisión Europea hizo el miércoles: utilizar los activos congelados a Rusia como parte de las sanciones para financiar el envío de armamento a Ucrania.
La idea de utilizar los activos inmovilizados como parte de las sanciones contra Moscú a raíz de la guerra de Ucrania os sonará, porque llevamos hablando de ello desde hace muchos meses. De cómo se podría hacer, de sus implicaciones, de sus dificultades legales. Por ejemplo, ya en su momento explicamos que no se pueden utilizar directamente los activos, cerca de unos 260.000 millones de euros inmovilizados en la Unión Europea, en territorio de los socios del G7 y en Australia, ya que estos deben estar en todo momento disponibles en caso de que, hipotéticamente, las sanciones se levantaran mañana por la mañana. Lo único que se puede hacer es imponer un impuesto especial, lo que aquí llaman un impuesto a los windfall profits, sobre los beneficios que generen estos activos congelados.
Es la manera de superar las dudas legales que planteaban países como Alemania o incluso los servicios jurídicos del Banco Central Europeo (BCE) era este mecanismo, por el que ha presionado muchísimo la administración americana de Joe Biden dentro del G7. El asunto ya se discutió a nivel de jefes de Estado y de Gobierno en diciembre, y el Consejo llegó a un acuerdo en febrero para apartar los beneficios generados por estos activos. Y, sin embargo, la propuesta, que presentó Josep Borrell, Alto Representante de la Unión para Política Exterior y de Seguridad, ha generado cierto nerviosismo.
¿La razón? Pues que cuando el asunto se discutió en el Consejo Europeo de diciembre la idea era que estos beneficios de activos congelados a Moscú se destinaran a la reconstrucción de Ucrania, y ese ya no es el caso. La propuesta que ha hecho la Comisión Europea es que ese dinero, se calcula que unos 3.000 millones de euros anuales, se destinen mayoritariamente al envío de armamento a Ucrania. El 90% de estos beneficios se canalizaría al Fondo Europeo de Paz (EPF, por sus siglas en inglés), el instrumento que la Unión está utilizando para reembolsar a los Estados miembros el coste de las armas que están enviando a Kiev.
Los líderes lo han discutido en la cumbre, pero poco antes del encuentro fuentes europeas explicaban que la oficina de Charles Michel, presidente del Consejo Europeo, no quería que la discusión fuera demasiado ‘cerrada’, es decir, que se forzara a los líderes europeos a dar apoyo a la propuesta, porque eso podría llevar a un debate binario de “sí” o “no”. Y la sensación era de que poner a los líderes en esa tesitura, teniendo en cuenta que las conclusiones se deben aprobar por unanimidad, podría dañar la propuesta de la Comisión Europea. Como explicaba la fuente, el objetivo era que la idea “sobreviviera” a la cumbre para “darle tiempo” a la propuesta y que pueda ser discutida a todos los niveles necesarios.
Qué hacer en Gaza
Además de discutir sobre cómo apoyar a Ucrania utilizando los activos congelados a Rusia los líderes han dedicado mucha atención a la cuestión de la Franja de Gaza. El objetivo era actualizar la postura que los Veintisiete habían adoptado en octubre, poco después que comenzara la ofensiva del ejército israelí tras los ataques terroristas del 7 de octubre por parte de Hamás. Entonces solamente fue posible acordar una petición de “pausas humanitarias” porque algunas delegaciones, como la alemana, se negaban a ponerlo en singular por miedo a que pudiera parecerse demasiado a un alto el fuego.
El febrero los ministros de Asuntos Exteriores fracasaron en intentar actualizar el wording de la posición europea haciendo un llamamiento a una pausa humanitaria que acabara allanando el camino hasta un alto el fuego humanitario que fuera sostenible. No fueron capaces de sacarlo adelante porque alguna delegación, ejem, no sabemos cuál (sí, lo sabéis hasta vosotros, hombre), se opuso a aquella fórmula. Esta semana Michel y su equipo volvieron a intentarlo después de que Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, hubiera abrazado esa misma frase y la hubiera utilizado ante la Eurocámara. Fuentes europeas hablaban de un apoyo “abrumador” al texto, aunque no se atrevían a asegurar que fuera a salir adelante, ya que las conclusiones del Consejo Europeo requieren un apoyo unánime.
“Hay dos o tres Estados miembros que están en posiciones bastantes maximalistas de querer conclusiones muy descafeinadas o no querer que haya conclusiones”, explicaban a mitad de la semana fuentes diplomáticas. “Veremos cómo evoluciona el lenguaje, pero tiene que haber un llamamiento al cese de las hostilidades, ya sea como una pausa humanitaria o como un alto el fuego humanitario, pero que permita hacer frente a la catástrofe humanitaria que se está produciendo sobre el terreno”, señalaban las fuentes.
Fuentes diplomáticas húngaras, una de esas delegaciones que se temía que pudieran tumbar las conclusiones, explicaban al inicio del Consejo Europeo que estaban a favor del texto que había sobre la mesa. Y la realidad es que al final el texto salió sin demasiados problemas en una primera jornada de la cumbre que terminó mucho antes de lo que esperábamos. Finalmente el texto salió así: “El Consejo Europeo pide una pausa humanitaria inmediata que conduzca a un alto el fuego duradero, la liberación incondicional de todos los rehenes y la prestación de ayuda humanitaria”.
“Es importante apoyar a los israelíes, pero también pedirle al Gobierno que respete el derecho internacional y no tener dobles varas de medir”, explicó Michel en rueda de prensa posterior. Von der Leyen por su parte ha explicado que “Israel tiene el derecho a defenderse, pero también tiene el deber de proteger a los civiles”.
Además, y como noticia de última hora, al finalizar el Consejo Europeo hemos conocido un comunicado conjunto de España, Eslovenia, Malta e Irlanda en la que se comprometen a reconocer el Estado de Palestina cuando “pueda aportar una contribución positiva y se den las circunstancias adecuadas”. Podéis leer más aquí.
Cajón de sastre…
Ampliación: uno de los grandes asuntos de esta cumbre ha sido la ampliación, sobre la que en los últimos meses hemos tenido algunas novedades. Ya sabéis, porque lo explicamos la semana pasada, que la Comisión Europea ha recomendado la apertura de negociaciones con Bosnia-Herzegovina, un asunto que ha estado sobre la mesa de los líderes, que tienen opiniones divididas sobre si el país balcánico está realmente preparado para esa apertura de negociaciones. Fuentes diplomáticas nos explicaban a principios de la semana que ya están casi listas las cajas negociadoras para Ucrania y Moldavia, pero fuentes europeas descartaban que fuera a haber un acuerdo sobre ello en este Consejo Europeo, poniendo la vista en verano, como ya había hecho Von der Leyen en el pasado, a pesar de haber prometido a Kiev que en marzo podrían empezar las negociaciones. Chişinău ha aumentado la presión sobre Bruselas explicando que ya ha hecho los progresos que se le habían solicitado en noviembre.
Cumbre nuclear: antes de la celebración del Consejo Europeo se celebró otra cumbre, una de países favorables a la energía nuclear. No solamente estuvieron países europeos que todos sabéis que defienden la nuclear, como Francia o Hungría, sino también representantes de muchos otros países terceros como Estados Unidos o China. La reunión se celebró muy cerca del Atomium en la capital belga y buscaba reivindicar el papel de la energía nuclear junto a la energía renovable para lograr el objetivo de descarbonizar la economía mundial. Rafael Mariano Grossi, director general del Organismo Internacional de Energía Atómica, recordó que la energía atómica representa el 50% de la energía “limpia” que se produce cada año a nivel mundial. Podéis leer más en este artículo de Silvia Ayuso en El País.
La lucha por Croacia: a Andrej Plenkovic, primer ministro de Croacia, que confía en ganar un tercer mandato liderando a sus conservadores del HDZ, le ha salido un inesperado competidor: Zoran Milanović, presidente de Croacia, ha decidido anunciar su candidatura para liderar al Partido Socialdemócrata croata (SDP). Milanović se convirtió en presidente en 2020 después de haber sido primer ministro del país entre 2011 y 2016 y se trata probablemente del único político que puede llegar a hacer sombra a Plenkovic, que va por delante en las encuestas. El SDP lidera todo un bloque de formaciones de la oposición que se han enfrentado a Plenkovic por la elección de Ivan Turudić como fiscal general del Estado (podéis refrescar la memoria en el número 184 de Nexo Europa). Milanović ha llamado a un Gobierno de “unidad nacional” tras las elecciones y el HDZ le acusa de haber violado la constitución. De hecho, esta misma semana el Constitucional ha declarado que Molanović no puede presentarse a no ser que dimita de su cargo de presidente de la república, como podéis leer en BalkanInsight. Milanović, un político populista que lleva en un choque frontal con Plenkovic desde hace años, no ha reaccionado del todo bien a la decisión del tribunal: "Este equipo del Tribunal Constitucional está llevando al país a una crisis. Mi candidatura es un asunto rutinario sobre el que la gente aún tiene que decidir. La amenaza es irrelevante para mí, son solamente moscas cojoneras”.
El informe Niinistö: está de moda encargar informes. Después de que Michel encargara un informe a Enrico Letta y Von der Leyen a Mario Draghi sobre competitividad, la presidenta de la Comisión Europea ha hecho otro encargo más, esta vez a Sauli Niinistö, expresidente de Finlandia, sobre “preparación civil y militar”. Junto al exmandatario finlandés, Von der Leyen subrayó que las ambiciones de Putin “no terminan en Ucrania”. La idea es que ningún otro Estado miembro está tan acostumbrado a la amenaza de Rusia y tiene tal nivel de preparación civil y militar como Finlandia, que comparte 1.300 kilómetros de frontera con Rusia. ¿Queréis saber cómo de en serio se lo toman los finlandeses? Pues hasta el punto de que en el país se van a abrir 300 nuevos centros de tiro en el país con el objetivo de que los ciudadanos alimenten el hobby de utilizar armas de fuego para el caso de tener que defenderse de una invasión rusa, como contaba hace algún tiempo The Guardian.
Batalla interna en Polonia: Radosław Sikorski, actual ministro de Asuntos Exteriores polaco, es uno de los nombres que más se mencionan cuando se hacen encuestas sobre el posible comisario que envíe Varsovia para la legislatura 2024-2029. Sikorski cuenta con el apoyo del primer ministro Donald Tusk, especialmente si fuera a caer en sus manos una cartera como la de comisario de Defensa que Von der Leyen se ha comprometido a crear. Pero Marcin Mastalerek, jefe de gabinete de Andrzej Duda, presidente de la república, apoyado por los ultraconservadores de Ley y Justicia (PiS), enemigos directos de Tusk, ha explicado que Duda, que tiene poderes limitados pero sí cuenta con competencias en materia de política exterior, podría no apoyar su nominación como comisario. ¿La razón? Sikorski ha decidido cambiar a cerca de medio centenar de embajadores nombrados por el anterior Gobierno del PiS. Para la oficina de Duda es una demostración de una falta de cooperación entre Sikorski y el presidente de la república.
Vetado en Alemania: un ciudadano austriaco que participó en la reunión de Alternativa para Alemania (AfD) en Postdam donde se discutió la idea de deportaciones masivas y que provocó protestas por todo el país ha sido vetado y ya no podrá ingresar en Alemania. Se trata de Martin Sellner, líder de un partido etnonacionalista austriaco llamado “Movimiento Identitario”, que recibió una carta de las autoridades de Postdam comunicándole que tiene prohibido ingresar en territorio alemán en los próximos tres años. Esto ha ocurrido poco después de que las autoridades suizas hayan evitado que se produjera una reunión de neonazis en Junge Tat (Suiza) donde estaba previsto que Sellner hablara. El político austriaco fue detenido y deportado del país. Podéis leer más en este artículo de The Guardian. Sellner no es cualquier tipo: recibió donaciones del terrorista australiano Brenton Tarrant, que en 2019 mató a 51 personas.
Nuevo primer ministro en Portugal: Luís Montenegro, líder de Alianza Democrática (AD) del Partido Popular Europeo (PPE), ya ha sido nominado para ser primer ministro de Portugal tras las elecciones generales en las que el AD se impuso por un estrecho margen a los socialistas. Ni ellos ni la extrema derecha de Chega van a intentar bloquear la investidura de Montenegro, pero a partir de ese momento tendrá muy difícil gobernar sin una mayoría: los socialistas no van a regalarle victorias, y el líder de centroderecha ha identificado a Chega, liderada por André Ventura, como una fuerza de extrema derecha y xenófoba. Por si os creéis que el ambiente en Lisboa es similar al que se vive en Madrid, aquí tenéis el mensaje enviado por el actual primer ministro en funciones, António Costa, a su sucesor, Montenegro, con el que se vio en Bruselas.
¿Crisis en Bulgaria?: el país balcánico vive estas horas al borde de una posible repetición electoral (la que serían las sextas elecciones en menos de tres años) por la falta de acuerdo en la rotación dentro del Gobierno entre los conservadores de GERB y los reformistas de PP-BD. Ahora le tocaba asumir el cargo de primera ministra a Mariya Gabriel, antigua comisaria de Innovación y hasta ahora ministra de Asuntos Exteriores de Bulgaria, pero no hay acuerdo respecto a la composición del Ejecutivo para los próximos nueve meses. Uno de los problemas sería que Gabriel, además de pasar a ser primera ministra, seguiría al frente de Exteriores. Si finalmente no llegan a un pacto Rumen Radev, tendría que convocar de nuevo elecciones, arrastrando al país de vuelta a la conocida como crisis política búlgara de 2021-2023. Podéis ampliar información aquí. En caso de haber elecciones el partido prorruso Vazrazhdane propone a los búlgaros sacar al país de la OTAN.
Varadkar se retira: Leo Varadkar, primer ministro de Irlanda, ha anunciado que dimite tanto como líder de su partido como del cargo de jefe de Gobierno. “Sé que esto será una sorpresa para mucha gente, y para algunos será decepcionante”, ha explicado el primer ministro en una comparecencia que pilló por sorpresa a prácticamente a todos y que podéis ver, en parte, aquí. Lo cierto es que el Gobierno irlandés había encajado varios varapalos, especialmente con la derrota en el referéndum con el que se intentó modificar la definición de la constitución irlandesa de 1937 sobre la familia. Paschal Donohoe, presidente del Eurogrupo, el foro de ministros de Finanzas de la Eurozona, se descartó de la carrera y al final la sucesión ha caído sobre Simon Harris, ministro del Gobierno desde 2016 y desde 2020 ministro de Educación Superior, que será tanto primer ministro como líder de Fine Gael. Entró al Ejecutivo irlandés como secretario de Estado en 2014, muy poco después de no conseguir un escaño en las elecciones europeas de ese mismo año.
Eslovaquia: mucha atención esta semana sobre Eslovaquia que celebra unas elecciones presidenciales claves en las que la actual presidenta, la liberal Susana Caputova, no participará. Para Robert Fico, el autoritario primer ministro eslovaco del SMER (un partido ahora mismo suspendido de la familia de los socialistas europeos), es una fecha clave porque aunque la presidencia de la república tiene unos poderes residuales hasta ahora Caputova ha podido frenar alguno de sus intentos. Todo apunta a que tengamos una segunda ronda en abril entre Peter Pellegrini, candidato de Hlas y antiguo miembro de SMER, que ha facilitado el Gobierno de Fico, y Ivan Korčok, exministro de Asuntos Exteriores pro-occidental entre 2020 y 2022, que antes fue embajador en Alemania y embajador representante permanente eslovaco ante la Unión Europea durante seis años.